El gobernador de la Reserva Federal (Fed), Christopher Waller, ha advertido este miércoles que los tipos de interés "pueden ser más elevados y por más tiempo de lo que algunos esperan", a pesar de que el esfuerzo del banco central "comienza a dar sus frutos", en forma de una inflación que baja, aunque en este sentido ha argumentado que "el trabajo no está hecho".
"Aunque hemos logrado avances en la reducción de la inflación, quiero dejar claro hoy que el trabajo no ha terminado. La inflación sigue siendo demasiado alta en relación con el objetivo de estabilidad de precios del doble mandato asignado a la Reserva Federal por el Congreso", ha destacado durante su intervención en la Conferencia de Agronegocios de la Universidad Estatal de Arkansas.
Con todo, su pronóstico para este año incluye que "la economía continúe creciendo a un ritmo moderado, respaldada por un mercado laboral fuerte y por un avance alentador en la reducción de la inflación".
Según sus palabras, la continua presión alcista sobre la inflación proviene, "en parte, de un mercado laboral muy ajustado", como muestran los últimos datos, con la encuesta de vacantes mostrando más de 500.000 puestos por cubrir a fines del año pasado, además de la creación de "la friolera" de 517.000 puestos de trabajo en enero, "330.000 más que el sólido crecimiento que esperaban los pronosticadores económicos".
"Estas ganancias de empleo significan que los ingresos laborales también serán sólidos e impulsarán el gasto de los consumidores, lo que podría mantener una presión alcista sobre la inflación en los próximos meses", ha agregado.
También puede reforzar la presión sobre la inflación el crecimiento de los salarios, un aspecto sobre el que que Waller ha afirmado que quiere ver crecer la remuneración de los trabajadores, "pero a un ritmo que sea coherente con el objetivo de precios estables".