El sector manufacturero de Estados Unidos (EEUU) registró en agosto una nueva contracción de su actividad, que cae por décimo mes consecutivo tras un período de crecimiento de 28 meses, como muestra el índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM), que ha mejorado hasta los 47,6 puntos, después de anotarse una subida de 1,2 puntos que no le permite abandonar el territorio contractivo.
El índice de nuevos pedidos cayó en medio punto en el mes, y se mantiene en contracción con 46,8 puntos, mientras que el indicador de producción escaló hasta los 50 puntos. Por su parte, el índice de precios registró subió hasta los 48,4 puntos, y se mantienen también en fase recesiva.
Además, el índice de empleo mejoró ligeramente pero se mantuvo en contracción, registrando 48,5 puntos, 4,1 puntos más que en la lectura de julio. Por su parte, tanto los pedidos de importación como los de exportación se mantienen en terreno recesivo en el mes.
Timothy R. Fiore, presidente del Comité de Encuesta de Negocios de Manufactura del ISM, destaca que "la lectura del índice compuesto de agosto refleja que las empresas gestionan adecuadamente la producción a medida que continúa la debilidad de los pedidos, pero el aumento mes a mes es una señal de mejora".
"La demanda volvió a disminuir: el índice de nuevos pedidos se contrajo a un ritmo ligeramente más rápido, el índice de nuevos pedidos de exportación continuó en territorio de contracción, con signos mínimos de mejora y el índice de pedidos pendientes mejoró por tercer mes consecutivo, pero manteniéndose en niveles bajos", añade.
EL PMI DE S&P GLOBAL
Este viernes se ha publicado también el índice PMI que elabora para el sector S&P Global, y que ha caído hasta los 47,9 puntos en agosto, desde los 49 de julio, lo que señala "una caída más fuerte en las condiciones operativas de los productores estadounidenses".
Con estas cifras, el sector manufacturero se ha contraído cada mes desde noviembre de 2022 "excepto por una breve estabilización en abril", y la última lectura del PMI estuvo en línea con el promedio durante este período.
Según el organismo que difunde los datos, "una caída más pronunciada de los nuevos pedidos provocó una renovada contracción de la producción, mientras que las empresas continuaron agotando sus trabajos atrasados y sus existencias de productos terminados".
La producción cayó por segunda vez en tres meses, aunque modestamente. Desde mediados de 2022, el índice de producción ha promediado 49,1, con ocho contracciones mensuales superando a seis expansiones. Sobre esta medida ha pesado la "quinta reducción consecutiva en inventarios de bienes a medida que las empresas buscaban gestionar mejor los niveles de existencias más bajos".
Las expectativas de producción disminuyeron notablemente desde julio, con el índice de producción futura registrando una de las mayores caídas desde la pandemia, lo que deja la confianza en el nivel más bajo de 2023 hasta el momento. Sin embargo, los fabricantes continuaron aumentando empleo "para apoyar el crecimiento esperado de las cargas de trabajo".
La menor demanda de insumos ayudó a contener las presiones de costos en agosto. Los precios medios de los insumos subieron por segundo mes consecutivo, y a un ritmo ligeramente más rápido, pero que se mantuvieron "muy por debajo del promedio de la encuesta a largo plazo".
Los mayores costos continuaron traspasándose a los clientes, mientras los precios de producción aumentaron al ritmo más rápido en cuatro meses, aunque a un ritmo que "en general siguió siendo modesto".
Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P, asegura que "los fabricantes estadounidenses informaron de otro mes difícil de operaciones en agosto. La producción ha vuelto a caer después de un breve respiro en julio en medio de un deterioro cada vez más pronunciado en los libros de pedidos".
"Una creciente sensación de pesimismo sobre las perspectivas a corto plazo ha afectado a la contratación y ha provocado un nuevo retroceso importante en la actividad de compras", añade.