El índice de precios de producción (IPP) de Estados Unidos se ubicó en agosto en el 1,6% en tasa interanual, frente al 0,8% del mes anterior, según los datos que publica este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. El avance es mayor al anticipado por el consenso, que esperaba que se quedara en el 1,2%.
Por su parte, la tasa mensual creció un 0,7%, frente al aumento del 0,4% anticipado, en lo que supone el mayor aumento en los precios de demanda final desde que subieron un 0,9% en junio de 2022.
Según el organismo que difunde los datos, "en agosto, el 80% del aumento de los precios de demanda final es atribuible a un salto del 2,0% en el índice de bienes de demanda final. Los precios de los servicios de demanda final avanzaron un 0,2%".
El índice de demanda final menos alimentos, energía y servicios comerciales aumentó un 0,3% en agosto, como ya hiciera en julio, lo que deja la tasa interanual en un alza del 3,0%, "el mayor avance desde que subieron un 3,4% para los 12 meses terminados en abril".
En lo relativo a los bienes, la subida del 2% en agosto se atribuye principalmente a los precios de la energía, que aumentó un 10,5%, donde destaca el alza del 20% en la gasolina. El índice de bienes de demanda final menos alimentos y energía subió un 0,1%, mientras que los precios de los alimentos de demanda final disminuyeron un 0,5%.
Para los servicios, la subida del 0,2% estuvo impulsada por el alza del 1,4% en el precio de los servicios de transporte y almacenamiento, mientras que los márgenes para los servicios comerciales disminuyeron un 0,3%.
Dentro de la demanda intermedia, el índice de bienes procesados escaló un 2,1% en agosto, en lo que supone su mayor avance desde que subió un 2,2% en mayo de 2022. Los precios de los bienes no elaborados crecieron un 1,3%.
Los analistas de Oxford Economcis aseguran que "al igual que ayer con el IPC, los precios al productor subieron debido a un aumento en los precios de la energía, aunque los precios subyacentes también tuvieron una tendencia al alza por segundo mes consecutivo".
"Esperamos que la disminución de la demanda de bienes y una economía en desaceleración limiten el índice durante el resto del año, pero el informe respalda una orientación agresiva de la Reserva Federal en la reunión de la próxima semana", valoran.
LAS VENTAS MINORISTAS
Este jueves se han publicado también las ventas minoristas, que han subido un 0,6% en agosto, hasta los 697.600 millones de dólares, según los datos publicados por el Departamento de Comercio estadounidense, mientras que el consenso esperaba un aumento menor, del 0,2%.
En términos interanuales, las ventas minoristas de EEUU registraron un aumento en agosto del 2,5%, mientras que las transacciones registradas entre junio y agosto del presente curso arrojaron un crecimiento del 2,2% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Las ventas del comercio minorista aumentaron un 0,6% desde julio y un 1,6% desde agosto del año pasado, mientras que las gasolineras bajaron un 10,3% respecto al mismo periodo de 2022, y los servicios de alimentación crecieron un 8,5% en los últimos 12 meses.
Las ventas minoristas excluyendo los automóviles subieron en agosto un 0,6%, mientras que las ventas del grupo de control, que inciden directamente en el cálculo del PIB, aumentaron un 0,1%.
Desde Oxford Economics indican que "el sólido aumento de las ventas minoristas generales en agosto no fue tan bueno como parece porque fue impulsado por un aumento relacionado con los precios en las ventas de las gasolineras, mientras que el gasto subyacente en bienes y servicios perdió impulso, y el aumento de julio se revisó a la baja".
"El crecimiento del consumo todavía está en camino de lograr un fuerte aumento en el tercer trimestre en general, pero con la desaceleración del crecimiento del empleo y los salarios, el reinicio de los pagos de préstamos estudiantiles y las condiciones de endeudamiento aún más estrictas, los obstáculos para el gasto de los consumidores están aumentando", señalan.
PETICIONES DE DESEMPLEO
La agenda económica de este jueves también incluye la publicación de las peticiones de desempleo, que en la semana finalizada el 9 de septiembre subieron hasta las 220.000, lo que supone un aumento de 3.000 en relación al nivel de los siete días previos, según los datos del Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha quedado por debajo de las 225.000 peticiones anticipadas por el consenso.
La tasa de desempleo fue del 1,1%, sin cambios desde la semana anterior, y la cifra de trabajadores desempleados ascendió hasta los 1.688.000, lo que supone un avance de 4.000 con respecto al periodo previo.
Las tasas de desempleo más altas se registraron en Nueva Jersey (2,6%), Hawaii (2,3%), California (2,2%), Rhode Island (2,1%), Connecticut (1,9%), Massachusetts (1,9%), Nueva York (1,9%), Puerto Rico (1,9%), Oregón (1,7%), Minnesota (1,6%) y Pensilvania (1,6%).
Los mayores aumentos en las solicitudes iniciales se produjeron en Missouri (+3.215), Indiana (+693), California (+556), Connecticut (+465) y Washington (+446), mientras que las mayores disminuciones tuvieron lugar en Ohio (-2.759), Nueva York (-2.228), Oregón (-804), Florida (-581) y Michigan (-532).
Desde Oxford Economics destacan que "las solicitudes iniciales de desempleo cambiaron poco la semana pasada, un recordatorio de que, si bien hay cierta evidencia de que las condiciones del mercado laboral se están relajando, el mercado laboral todavía se caracteriza por muy pocos despidos".
"Esperamos algún aumento en los despidos más adelante en el año a medida que la economía se desacelere, pero esperamos que las pérdidas de empleo sean relativamente modestas en comparación con recesiones anteriores", agregan.
