El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, ha adelantado este miércoles nuevas subidas en los tipos de interés a lo largo del presente año, aunque ha matizado que la magnitud de las mismas dependerá de la evolución de los principales indicadores económicos, por lo que la pausa que el organismo adoptó la semana pasada dejará paso a nuevas alzas antes de que termine el año.
"Casi todos los participantes del FOMC esperan que sea apropiado aumentar las tasas de interés un poco más para finales de año", ha indicado en su Informe Semestral de Política Monetaria al Congreso, presentado ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes del país.
Además, ha asegurado que la velocidad a la que el organismo mueve los tipos "ya no es tan importante" como al inicio del proceso de endurecimiento monetario.
"El nivel al que elevemos los tipos es una cuestión separada de la velocidad a la que nos movemos. Al principio del proceso, la velocidad era muy importante, pero ya no lo es ahora. Tiene sentido subir los tipos, pero a un ritmo más moderado", ha manifestado.
Powell ha explicado que, para determinar el grado de endurecimiento adicional que puede ser apropiado para devolver la inflación al 2%, el banco central tendrá en cuenta "el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera".
"Continuaremos tomando nuestras decisiones reunión a reunión, con base en la totalidad de los datos entrantes y sus implicaciones para las perspectivas de actividad económica e inflación, así como el balance de riesgos", ha detallado.
En el cónclave monetario de la semana pasada, la Fed decidió mantener sin cambios los tipos de interés en la horquilla entre el 5% y el 5,25%, una decisión sobre la que Powell ha asegurado que busca "permitir que el Comité evalúe información adicional y sus implicaciones para la política monetaria".
"Hemos estado viendo los efectos de nuestra política de endurecimiento de la demanda en los sectores de la economía más sensibles a las tasas de interés. Sin embargo, llevará tiempo que se materialicen todos los efectos de la restricción monetaria, especialmente en la inflación", ha asegurado.
Además, "la economía enfrenta vientos en contra debido a condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas", lo que "probablemente afecte la actividad económica, la contratación y la inflación", en una magnitud que "sigue siendo incierta".
Powell ha reiterado el compromiso del banco central con el objetivo de inflación del 2%, para lo que juzga necesario "un período de crecimiento por debajo de la tendencia y cierta relajación de las condiciones del mercado laboral".
Sobre la situación del mercado laboral, ha asegurado que "sigue siendo muy ajustado", si bien "hay algunas señales de que la oferta y la demanda en el mercado laboral se están equilibrando mejor".
"El crecimiento del salario nominal ha mostrado algunos signos de moderación y las vacantes laborales han disminuido en lo que va del año. Si bien la brecha entre puestos de trabajo y trabajadores se ha reducido, la demanda laboral aún supera considerablemente la oferta de trabajadores disponibles", ha manifestado.
Powell se ha referido también a la situación del sistema bancario, al que ve "sólido y resistente", en parte gracias a las "medidas decisivas" de la Reserva Federal, junto con el Departamento del Tesoro y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos.
"Las quiebras bancarias recientes, incluida la quiebra de Silicon Valley Bank, y la tensión bancaria resultante han resaltado la importancia de garantizar que contamos con las normas y prácticas de supervisión adecuadas para bancos de este tamaño. Estamos comprometidos a abordar estas vulnerabilidades para lograr un sistema bancario más fuerte y resistente", ha concluido.