- Terminó el pasado mes con una impresionante subida del 11%
- Aunque ha corregido en las últimas sesiones, sube casi un 16% en 2016
No es tan conocido como el Dow Jones, el S&P 500 o el Nasdaq, pero ha sido el gran ganador del triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. Es el índice Russell 2000, que agrupa a 2.000 empresas americanas de pequeña y mediana capitalización.
La evolución de este indicador desde las elecciones presidenciales del 8 de noviembre ha sido espectacular, ya que subió durante 15 sesiones consecutivas, hasta marcar un nuevo máximo histórico en 1.347,20 puntos el pasado 21 de noviembre. Aunque desde entonces ha encadenado varias sesiones en negativo, su ganancia anual todavía se mantiene en el 16%, muy por encima del resto de grandes índices de Wall Street.
Y gran parte de esa ganancia anual ha sido conseguida justo en el mes de noviembre, ya que el Russell 2000 se ha disparado un 11% en ese periodo. Un increíble avance que se explica por el cambio de preferencias que se ha producido en el mercado tras el triunfo de Donald Trump.
Los inversores americanos han apostado claramente por las pequeñas y medianas empresas americanas, conocidas popularmente como 'small caps', debido a varios factores. En primer lugar, tal y como ha declarado el futuro Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el objetivo del nuevo Gobierno es conseguir un crecimiento económico en Estados Unidos del 3% al 4% anual.
Las 'small caps' pueden escapar a uno de los grandes peligros de la 'era Trump' en la Casa Blanca. El temido aumento del proteccionismo
“Creo que podemos llegar hasta el entorno del 3% al 4% con la reforma fiscal que vamos a hacer”, ha señalado Mnuchin. Su objetivo es "reducir impuestos a las empresas" y "crear un enorme crecimiento económico". Así, ha anticipado que reducirá el tipo impositivo que pagan las empresas del 30% al 15%.
La estimación de un mayor crecimiento económico en Estados Unidos, junto a esta prevista rebaja de impuestos, hace prever a los analistas un crecimiento importante de los beneficios empresariales. Y el mercado anticipa que las pequeñas y medianas empresas, que no tienen exposición destacada a los mercados internacionales, serán las grandes beneficiadas de estos planes.
“Consideramos que los posibles cambios en el comercio internacional precipitados por la elección de Donal Trump van a tener un papel preponderante”, afirman los expertos de Pioneer Investments. Estos expertos añaden que si el nuevo presidente cumple sus promesas de aumentar el gasto en infraestructuras y realizar una gran reforma tributaria, se producirá “un impulso de carácter excepcional al crecimiento y la inflación de Estados Unidos”.
Además, las 'small caps' pueden escapar a uno de los grandes peligros de la 'era Trump' en la Casa Blanca. El temido aumento del proteccionismo, debido a las políticas que aplicará el nuevo presidente sobre el comercio mundial (ya ha anticipado que será uno de sus asuntos prioritarios) para favorecer que las empresas produzcan en Estados Unidos.
El aumento del proteccionismo, según indican los expertos, será negativo tanto para EEUU a largo plazo como para el conjunto de la economía mundial. Pero las 'small caps' pueden ser las grandes beneficiadas, al menos a corto y medio plazo, si finalmente Trump cumple sus promesas proteccionistas.
La capitalización media de las empresas que cotizan en el Russell 2000 es de 580 millones de dólares. Entre las corporaciones más conocidas, aparecen 3D Systems, Abercrombie & Fitch, Advanced Micro Devices, AK Steel, American Eagle, Big Lots, BNC Bancorp, Comscore, Dean Foods, Everbank Financial, Finisar, Fossil, Genworth Financial, Guess, Joy Global, KB Home, MBIA, Myriad Genetics, Neogen, New York Times, Northern Oil & Gas, Office Depot, Revlon, Sage Therapeutics, Titan Pharmaceuticals, Union Bankshares, Virgin America o Zumiez.
BUENAS PREVISIONES, PERO PRUDENCIA A CORTO PLAZO
Por otra parte, la fortaleza del dólar puede afectar a los ingresos de muchas empresas americanas que consiguen la mayoría de sus ventas en el exterior. Un dólar más fuerte provocará que los ingresos conseguidos en otras divisas como el euro o el yen sean menores al aplicarles el tipo de cambio del dólar. Algo que no sucederá o que afectará mucho menos a las 'small caps', que consiguen la mayoría de sus ingresos en Estados Unidos.
Tras un rally del 11% en noviembre, es lógico que las empresas que componen el Russell 2000 se tomen un respiro e inicien un proceso correctivo
Respecto a la esperada rebaja de los impuestos a las empresas, las 'small caps' se encuentran sometidas a una presión fiscal media del 32%, muy por encima de la presión fiscal del 26% que soportan de media las empresas que cotizan en el S&P 500. Así que cualquier rebaja fiscal que aplique la Administración Trump les beneficiará de manera importante.
En cualquier caso, pese a estas buenas previsiones para las 'small caps' americanas, hay que ser conscientes de que, tras un rally del 11% en el mes de noviembre, es lógico que las empresas que componen el Russell 2000 Index se tomen un respiro e inicien un proceso correctivo, tal y como ha sucedido en los últimos días.
Los expertos de Investing Haven señalan que “la profundidad de la corrección” será la clave para analizar su comportamiento en 2017. Lo ideal sería que la bajada no fuera más allá del anterior máximo histórico, situado en 1.200 puntos. Esto permitiría al Russell marcar un mínimo creciente respecto a los mínimos de octubre. “Si este escenario se cumple, el índice sería una fuerte compra”, de cara a los próximos meses, afirman estos expertos.
Desde Pioneer Investments, su conclusión es que “la renta variable global, estadounidense y asiática podría ser la más beneficiada en un entorno general de reflación e iniciativas nacionales que sienten bases favorables para el crecimiento de los beneficios”.
Los analistas de UBS se declaran “optimistas respecto a las acciones estadounidenses” y prevén un “crecimiento de los beneficios del 8% en 2017”. Sus sectores preferidos son “tecnología, financiero y salud”. Estos expertos prevén que Estados Unidos aumente su ritmo de crecimiento en 2017 hasta el 2,4%, desde la previsión del 1,5% que manejan para 2016.
Como conclusión, señalan que “cualquier posible medida de estímulo fiscal bajo la nueva presidencia estadounidense podría brindar apoyo adicional al contexto económico”. En su opinión, la valoración de las acciones americanas es ligeramente superior a la media, pero tampoco es “exagerada”, debido a que está justificada “por la baja inflación y el crecimiento duradero”.