Los últimos meses han dejado en Estaos Unidos un descenso de la inflación que ha desatado cierto optimismo entre algunos sectores del país. Sin embargo, los analistas hacen un llamamiento a la cautela, ya que todavía observan algunos indicadores sobre la economía estadounidense que siguen sin tomar la dirección esperada por la Reserva Federal, como el mercado laboral, que se mantiene resistente a pesar de haberse enfriado en el último tiempo.
En este sentido, la subdirectora de inversiones de soluciones de activos múltiples de Goldman Sachs, Alexandra Wilson-Elizondo, señala que el país no atraviesa una fase de "nirvana", sino que más bien definiría el periodo como "de normalización".
Además, asegura que "los mercados están ganando confianza en que la Reserva Federal puede luchar contra la inflación y evitar una recesión", aunque "podría ser demasiado pronto para decir que la economía de EEUU puede manejar un aterrizaje suave".
La analista subraya que, si bien el índice general del IPC estadounidense ha caído hasta el 3%, la tasa subyacente "se mantiene tímida en torno al 5%", mientras que el crecimiento interanual de los salarios ronda el 4%, un nivel "insostenible" con el objetivo de la Fed de devolver la inflación al 2%.
"Necesitamos ver pruebas de una desinflación duradera, especialmente con la relajación de las condiciones financieras. Y entonces, la conclusión para nosotros es que todavía hay un largo camino por recorrer", asegura.
Esta semana llegarán nuevos datos de la inflación estadounidense, con la publicación del IPC de julio este jueves, para el que se espera un ligero repunte de la tasa general, del 3% al 3,3% interanual, y una caída de la tasa subyacente, que pasaría del 4,8% al 4,7%.
Con todo, la analista no espera que la Fed afloje su postura, y apunta que "la barra para subir sigue siendo baja, pero la barra para recortar está alta".
Sin embargo, no solo la evolución de la inflación marcará el camino de la política monetaria del banco central, ya que el organismo seguirá muy atento al mercado laboral, en el que ya encontró signos de enfriamiento en el informe de empleo de julio, que mostró la creación de 187.000 puestos de trabajo, por debajo de los 200.000 adelantados por el consenso.
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Natixis IM espera un "aterrizaje suave" en EEUU por su mercado laboralPero no todos los indicadores laborales parecen apuntar a la misma dirección, puesto que la encuesta de vacantes (JOLTS, por sus iniciales en inglés) dibujó poco cambio en junio, con 9,6 millones de posiciones abiertas el último día del mes, un nivel que Wilson-Elizondo ve "bastante elevado desde los niveles prepandemia".
"Incluso habiendo visto el número de vacantes laborales caer desde su pico, todavía se mantiene muy alto, y esa es una de las principales razones por las que pensamos que la Fed seguirá más alta por más tiempo", agrega.
¿QUÉ HARÁ LA FED A PARTIR DE AHORA?
Sobre los futuros movimientos que espera por parte de la Fed, la analista recuerda que el organismo, y en particular su presidente, Jerome Powell, "han dejado las opciones muy abiertas" tras el último cónclave monetario, en el que el banco central retomó las subidas con un alza de 25 pb tras la pausa de junio, y no ofreció muchas pistas a futuro, ya que enfatizó en que no hay ninguna decisión tomada de cara al encuentro de septiembre y que ésta se tomará en función de los datos que vayan entrando.
Su pronóstico es que la Fed no realizará más subidas en lo que resta de año, ya que considera que en el organismo se ha enraizado parte del pensamiento del titular del banco central de Atlanta, Raphael Bostic, quien ha expresado en repetidas ocasiones que, a su juicio, el nivel actual es lo suficientemente restrictivo.
En su opinión, el banco central debería también buscar estrategias para combatir posibles episodios inflacionarios en el futuro, ya que ve posible que se puedan repetir.
"Hay una verdadera cuestión aquí, de si estamos entrando en un régimen en el que los 'shocks' de oferta se convierten en más frecuentes y más grandes de lo que suelen ser", destaca.
Sobre los principales puntos de atención en el corto plazo, ha subrayado el avance de la temporada de resultados, que da una buena medida del estado actual de la economía estadounidense, o los datos de confianza del consumidor. En este sentido ha destacado que el consumo se mantiene "resiliente", aunque muestra ya algún "signo de fatiga".