European Central Bank (ECB) president Mario Draghi

La ausencia de proyectos solventes que demanden crédito, la necesidad de los bancos de reforzar sus balances y los antecedentes de la política de la Reserva Federal en Estados Unidos llevan a la agencia de calificación Fitch y a Capital Economics ha mostrar sus dudas sobre algunos de los argumentos fundamentales del programa de compras de bonos del BCE.

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Los analistas de la agencia de calificación Fitch, creen que es indispensable una reactivación de la demanda, unos balances bancarios más saludables, y que las reformas impulsen el crecimiento económico para el ansiado resultado de que los bancos abran el grifo del crédito: “es poco probable que el programa de expansión cuantitativa del BCE impulse los beneficios de los bancos de la zona euro o suponga el inicio de la reactivación del crédito”.

Fitch "es poco probable que el QE impulse los beneficios de los bancos".

Además, la agencia afirma que el exceso de presión regulatoria que llegará con Basilea III juega completamente en contra de ese objetivo “ampliar los balances de los bancos mediante la expansión del crédito va en la dirección contraria de estas presiones regulatorias”.

La necesidad de muchos bancos de la periferia de reforzar sus cuentas hace menos probable para la agencia que se reactive el crédito en los países que más lo necesitan, añade que tampoco cree que las medidas expansivas vayan a tener un impacto positivo en las cuentas de resultados.

Capital Economics: "puede que el euro se estabilice".

Para, el experto de Capital Economícs, John Higgins, probablemente “podríamos esperar que el programa de compra de bonos soberanos de Draghi, mantenga al euro bajo presión”, pero habrá que tener cuenta otros factores como el desarrollo de la política de Syriza en Grecia.

Estos expertos, argumentan que tras los primeros QE de la Fed, el dólar se depreció, pero no durante el tercero. Aclaran que “dudamos mucho que el euro se refuerce como lo hizo el dólar durante la tercera fase de expansión monetaria, después de todo, el Banco Central Europeo se está simplemente embarcando en las políticas de expansión sin contemplar un final a las mismas”.

Por tanto, aseguran “está por ver si la política cuantitativa llevará al euro mucho más abajo en el corto plazo”, pero auguran “que el euro puede que se estabilice, o que rebote un poco, después de volver a caer bajo una nueva presión”.

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