La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos ha revisado a la baja el crecimiento del PIB del cuarto trimestre de 2022 hasta el 2,6%, tras una segunda estimación del indicador que había arrojado un incremento del 2,7%, mientras que la primera lo había fijado en el 2,9%. Esto implica que la economía estadounidense crece a un ritmo menor en comparación con el tercer trimestre, cuando el Producto aumentó un 3,2%.
Según el organismo que difunde los datos, esta tercera estimación "reflejó principalmente revisiones a la baja de las exportaciones y el gasto del consumidor". Además, "las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, fueron revisadas a la baja".
El crecimiento interanual del PIB real reflejó principalmente aumentos en la inversión privada en inventario, el gasto del consumidor, la inversión fija no residencial, el gasto del gobierno federal y el gasto del gobierno estatal y local, que fueron parcialmente compensados por disminuciones en la inversión fija residencial y las exportaciones.
El aumento de la inversión privada en inventario estuvo liderado por la manufactura (principalmente productos derivados del petróleo y el carbón), así como por la minería, los servicios públicos y la construcción (encabezados por los servicios públicos). El aumento en el gasto de consumo reflejó un incremento en los servicios que fue parcialmente compensado por una disminución en los bienes.
Dentro de los servicios, el aumento estuvo liderado por la atención de la salud, así como por la vivienda y los servicios públicos, mientras que en lo que respecta a los bienes, el factor que más contribuyó a la disminución fueron "otros" bienes duraderos (principalmente joyas).
El aumento en el gasto del gobierno federal estuvo liderado por el gasto no relacionado con la defensa, mientras que el crecimiento en el desembolso de las administraciones estatal y local reflejó principalmente un aumento en la compensación de los empleados públicos.
En el conjunto de 2022, el crecimiento del PIB fue del 2,1%, en comparación con un aumento del 5,9% en 2021. A lo largo del último año se registraron aumentos en el gasto del consumidor, las exportaciones, la inversión en inventarios privados y la inversión fija no residencial que fueron compensados en parte por disminuciones en la inversión fija residencial y el gasto del gobierno federal.
Los ingresos personales en dólares corrientes aumentaron en 398.800 millones de dólares durante el cuarto trimestre, lo que supone una revisión al alza de 10.800 millones, que refleja principalmente aumentos en la compensación (liderados por sueldos y salarios privados) y beneficios sociales del gobierno. La renta personal disponible real aumentó un 5,0%, tras una revisión al alza de 0,2 puntos porcentuales con respecto a la estimación anterior.
El ahorro personal fue de 758.800 millones en el cuarto trimestre, tras ser revisado al alza en 3.800 millones con respecto a la estimación anterior. La tasa de ahorro personal (ahorro personal como porcentaje del ingreso personal disponible) fue del 4,0%, 0,1 puntos porcentuales por encima de la estimación anterior.
Desde Oxford Economics apuntan que "la ligera revisión a la baja del PIB del cuarto trimestre muestra que la economía terminó 2022 con un impulso marginalmente menor", y vaticinan que "la economía enfrentará todo el peso de las condiciones crediticias más estrictas y la política de la Fed este año, y la inflación se mantendrá por encima de su tendencia histórica".
"Las recientes turbulencias del sector bancario afectarán a la economía principalmente a través de normas crediticias más estrictas y una reducción en la disponibilidad de crédito. Esperamos que se produzca una recesión en la segunda mitad de 2023", agregan.
PETICIONES SEMANALES DE DESEMPLEO
Este jueves se han publicado también las peticiones de desempleo, que en la semana finalizada el 25 de marzo crecieron hasta las 198.000, desde las 191.000 registradas en los siete días previos, según los datos difundidos por el Departamento de Trabajo estadounidense. Este movimiento ha sorprendido al consenso, que esperaba un incremento menor, hasta las 196.000.
La tasa de desempleo fue del 1,2%, sin cambios desde la semana anterior, y la cifra de trabajadores desempleados creció hasta los 1.689.000, lo que supone un incremento de 4.000 con respecto al periodo previo.
Las tasas de desempleo más altas se registraron en Nueva Jersey (2,6%), Rhode Island (2,4%), California (2,3%), Massachusetts (2,3%), Minnesota (2,2%), Illinois (2,0%), Alaska (1,9%), Montana (1,9%), Nueva York (1,9%) y Connecticut (1,8%).
Los mayores aumentos en las solicitudes iniciales se dieron en Massachusetts (+1.293), Mississippi (+729), Georgia (+627), Distrito de Columbia (+607) y Tennessee (+513), mientras que las mayores disminuciones se produjeron en California (-2.813), Illinois (-1.085), Nueva York (-1.056), Nueva Jersey (-678) y Michigan (-644).
Los analistas de Oxford Economics destacan que "un mercado laboral ajustado conducirá a nuevas subidas de tipos por parte de la Fed, aunque es probable que el FOMC actúe con más cautela dado el impacto incierto en la economía de la reciente tensión en el sistema bancario".
Desde Pantheon Macroeconomics subrayan que "el nivel de solicitudes sigue siendo extremadamente bajo, pero es probable que el punto más bajo del ciclo ya haya pasado y, de cara al futuro, el impacto rezagado del aumento en los anuncios de despidos debería impulsar las solicitudes sustancialmente durante el segundo trimestre".
"Es probable que los reclamos sean más volátiles de lo habitual durante las próximas semanas porque las temporadas de Semana Santa son complicadas; sigue la tendencia, no el ruido", agregan.