La reunión que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantiene esta semana puede ser la segunda consecutiva en la que el banco central pise el freno en sus subidas de tipos de interés, y de hecho el mercado da prácticamente por seguro un incremento de 25 puntos básicos (pb), si bien la atención parece estar más centrada en las posibles pistas que el organismo pueda ofrecer sobre el nivel máximo hasta el que se endurecerán las tasas y la fecha en la que pueda comenzar a recortar los tipos. Estas son las principales claves del cónclave monetario del banco central más poderoso del mundo.
"El mercado descuenta al 97% un aumento de 25 puntos básicos, hasta el rango entre 4,5%-4,75%, a medida que la inflación acumula seis meses consecutivos de caída", afirma Joaquín Robles, analista de XTB; y agrega que "la especulación se centra ahora en determinar dónde se detendrán las subidas y cuándo se producirán los primeros recortes. Los inversores esperan que se detengan en el 5%, aunque algunos de los miembros más agresivos del FOMC sugieren niveles más altos".
En ese sentido, desde Danske Bank recuerdan que "la Fed parece inflexible en aumentar la tasa de fondos federales al 5%", como ya expresaron en las últimas semanas varios de sus miembros, aunque ahora consideran que "tardará un poco más" de lo esperado.
"Ahora esperamos que la Fed aumente 25 pb la próxima semana, seguido de dos aumentos más de 25 pb en marzo y mayo para concluir el ciclo de aumento. Para los mercados, la atención ya se ha centrado en los recortes inminentes: el mercado de swaps ya descuenta los dos primeros recortes de tasas de 25 pb en la segunda mitad de este año", aseguran.
Los expertos de Rabobank tienen una visión diferente, y si bien coinciden en los 25pb de esta semana, agregan que "si la pérdida de impulso de la inflación continúa en los próximos meses, una subida de tipos para el 2 de mayo parece exagerada".
Cristina Gavín, responsable de Renta Fija en Ibercaja Gestión, también se decanta por una subida de 25 pb, y considera que el rango de 4,75%-5,0%, "podría confirmarse como el nivel de llegada", y prevé que los recortes puedan llegar "bien entrada la segunda parte de 2023 o comienzos de 2024".
"Las declaraciones a las que hemos asistido por parte de los diferentes miembros del FOMC siguen advirtiendo de los riesgos que una relajación prematura de la política monetaria podría tener sobre la economía norteamericana", agrega.
Además de las posibles pistas sobre el nivel final que alcanzarán los tipos de interés, la atención de inversores y analistas se centrará, en gran medida, en el lenguaje empleado por el organismo y por su presidente, Jerome Powell, ya que ambos deben trasladar su relato al mercado para evitar movimientos indeseados.
"La principal tarea del presidente de la Fed en la próxima reunión que concluye el 1 de febrero es, por tanto, convencer a los mercados de que los tipos se mantendrán altos durante un periodo prolongado, algo que la Fed ha mencionado con frecuencia. Y este es el punto en el que los mercados no están aceptando el argumento. En la actualidad, los mercados prevén un tipo de interés terminal cercano al 5%, pero luego prevén recortes de tipos ya a mediados de 2023", asegura Christian Scherrmann, economista de DWS para Estados Unidos.
Por ello, advierte que esta reunión puede generar "decepción en los mercados", ya que "la Fed considera que una percepción errónea de su función de reacción podría complicar sus esfuerzos por restablecer la estabilidad de precios".
¿QUÉ SUGIEREN LOS DATOS?
La Fed ha destacado por la prudencia en sus comunicaciones, y a pesar de que la inflación se ha reducido en los últimos meses, el banco central ha huido de todo optimismo, por lo que los analistas se plantean si realmente las cifras respaldan la forma de actuar del organismo.
Scherrmann considera que "sigue habiendo muchas razones por las que la Reserva Federal debe mantenerse hawkish (agresiva), a pesar de algunos avances en la reducción de la inflación, con la sexta caída mensual consecutiva del IPC en diciembre, hasta el 6,5%.
"Los mercados laborales siguen siendo obstinadamente robustos. En diciembre, la tasa de desempleo volvió a situarse en el 3,5%, el nivel más bajo tras la pandemia, ya que la afluencia de mano de obra se vio compensada con creces por la fuerte demanda de trabajadores. Esto significa que el crecimiento salarial sigue siendo elevado, aunque se ha producido una pérdida de impulso", valora.
Para los analistas de 'Muzinich & Co', "existen signos suficientes para que la FED justifique la ralentización del ritmo de endurecimiento a 25 puntos básicos en su próxima reunión".
Entre esos signos, señalan algunos datos macro, como "el Índice de Precios de Producción (IPP), cuya caída intermensual del 0,5% fue el dato económico más destacado de Estados Unidos, y el Índice de Precios al Consumo (IPC) y de los salarios", además de otros relacionados con los mercados de renta fija corporativa que, según comentan desde la gestora "siguieron viendo subidas en sus precios, impulsados por unos sólidos datos técnicos".
"Vimos cómo se deshacían las posiciones defensivas a través de unos elevados balances de efectivo y unas mayores entradas en la clase de activos en lo que va de año", aseguran, y consideran también que "los temores a la inflación a corto plazo están disminuyendo", una valoración que ilustran con "el ligero descenso de las rentabilidades de los bonos gubernamentales, con la curva de Estados Unidos cada vez más pronunciada".