El reciente colapso de Silicon Valley Bank (SVB) ha desatado una crisis bancaria en el país que también ha repercutido en el resto de mercados globales, aunque sus efectos podrían no detenerse ahí, ya que los analistas de Nomura consideran que podría acelerar la llegada de una recesión a Estados Unidos en el segundo semestre, debido al "endurecimiento excesivo" de las condiciones financieras que está llevando a cabo la Reserva Federal (Fed).
Los expertos de la firma destacan que "el hecho de que otros bancos se enfrenten a un grave riesgo de corrida bancaria sugiere un riesgo creciente de ajuste excesivo por parte de la Fed", y consideran que "las subidas de tipos acumuladas están reduciendo desproporcionadamente la oferta de crédito a través de préstamos bancarios en relación con las condiciones del mercado financiero".
"El impacto rezagado de las pasadas subidas de tipos ahora podría materializarse de forma draconiana. Nosotros creemos que un endurecimiento de las condiciones financieras a través de los préstamos bancarios podría potencialmente dirigir la economía en una recesión a partir del segundo semestre de 2023", señalan.
Sin embargo, afirman que la llegada de la contracción a la economía estadounidense "podría estarse acelerando" tras las caídas en la banca estadounidense, y valoran que "la Fed podría volverse más progresista en el sentido de que podría poner más peso en las perspectivas de inflación en lugar de esperar a que se produzca una bajada material de la inflación".
Esta visión la comparte Vincent Vinatier, gestor de carteras en AXA Investment Managers, quien señala que "tras el colapso de SVB durante el fin de semana, es probable que la Fed adopte un enfoque más prudente a la hora de subir los tipos, ya que lo importante sigue siendo la inflación y la fortaleza económica", si bien considera que "la economía estadounidense acabará ralentizándose, probablemente un poco antes de lo esperado tras estos acontecimientos, pero aún podría tardar un tiempo".
"Es probable que se produzcan más dificultades de financiación en el ámbito de los fondos de capital riesgo/inversión y apalancados, ya que se reducirá significativamente el apetito por la financiación de empresas deficitarias y se cuestionarán las valoraciones de los fondos de capital riesgo/inversión", señala.
Asimismo, valora que "debería surgir un entorno operativo gradualmente mejor para las empresas tecnológicas rentables 'antiguas' y/o consolidadas con balances sólidos, con una presión significativamente menos disruptiva por parte de los nuevos participantes", mientras que en el sector financiero prevé que "los grandes bancos disfrutarán de una fuerte ventaja competitiva en términos de costes de depósito".