Pekín ha publicado su esperado libro blanco sobre la guerra comercial en el que carga exclusivamente contra EEUU y acusa al país gobernado por Donald Trump de ser el instigador del conflicto.
El documento, según recogen varios medios, ilustra una brecha cada vez mayor entre las dos partes. El documento sostiene que las interrupciones del comercio, que según la explicación del documento fueron iniciadas por Estados Unidos, afectan negativamente al mundo. Afirma que el país es un negociador no confiable y que el gobierno chino quiere conversaciones que sean iguales, mutuamente beneficiosas y equitativas.
En una conferencia de prensa el domingo, el viceministro de Comercio, Wang Shouwen, dijo que las acciones de Washington del último mes son la razón principal de la falta de progreso en las negociaciones.
“Durante las consultas, China ha superado muchas dificultades y ha presentado soluciones pragmáticas. Sin embargo, los EEUU han retrocedido, y cuando les das una mano quieren la manga”, dijo Wang.
El mes pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que los aranceles aplicados a los productos chinos por un valor de 200.000 mil millones subirían del 10% al 25%. Los Estados Unidos también han comenzado a valorar si otros 300.000 millones de otros productos chinos podrían estar sujetos a aranceles. Finalmente, los EEUU pusieron al gigante chino de las telecomunicaciones, Huawei, en una lista que esencialmente le impide realizar negocios con las empresas de EEUU.
Wang no confirmó en una conferencia de prensa el domingo si Trump y el presidente chino Xi Jinping se verán en la reunión del G20 a fines de junio. Wang solo dijo que China enviará representantes a las próximas reuniones en Japón.
