Las actas de la última reunión de la Reserva Federal, celebrada entre el 21 y el 22 de marzo, muestran que "en general, los participantes observaron que los acontecimientos recientes en el sector bancario habían aumentado aún más el ya alto nivel de incertidumbre asociado con sus perspectivas de actividad económica, mercado laboral e inflación. Los participantes vieron los riesgos para la actividad económica como ponderados a la baja", destaca el texto.
Así, los banqueros centrales esperan "una leve recesión a partir de finales de este año, con una recuperación en los dos años siguientes".
Las actas también señalan un "progreso más lento de lo esperado en la desinflación", a pesar de que en el último año "la inflación de los precios de los bienes básicos disminuyó a medida que las cadenas de suministro continuaron mejorando".
Los participantes en la reunión esperan que "la inflación de los servicios de vivienda probablemente comience a desacelerarse en los próximos meses", mientras que observan "poca evidencia" de que la inflación remite en los servicios básicos excluyendo vivienda. Además, también se hicieron eco de la situación del sector bancario.
El organismo decidió finalmente incrementar los tipos de interés en 25 puntos básicos en ese cónclave, aunque "varios participantes señalaron que, en sus deliberaciones sobre políticas, consideraron si sería apropiado mantener estable el rango objetivo en esta reunión".
Sus miembros "señalaron que hacerlo otorgaría más tiempo para evaluar los efectos financieros y económicos de los recientes cambios en el sector bancario y del endurecimiento acumulativo de la política monetaria. Sin embargo, estos participantes también observaron que las acciones tomadas por la Reserva Federal en coordinación con otras agencias gubernamentales ayudaron a calmar las condiciones en el sector bancario y disminuir en el corto plazo los riesgos para la actividad económica y la inflación", agrega.
Como consecuencia, estos participantes juzgaron apropiado aumentar la tasa en 25 puntos base "debido a la inflación elevada, la solidez de los datos económicos recientes y su compromiso de reducir la inflación".
Además, "algunos participantes señalaron que dada la inflación persistentemente alta y la solidez de los datos económicos recientes, habían considerado un aumento de 50 puntos básicos", aunque finalmente se decantaron por un incremento de 25 pb "debido al potencial de los acontecimientos del sector bancario para endurecer las condiciones financieras".
