Las actas de la última reunión de la Reserva Federal, celebrada entre el 2 y el 3 de mayo, muestran posturas divergentes sobre una posible pausa en las subidas de los tipos de interés en el próximo cónclave monetario, ya que varios de los participantes en el encuentro señalaron que, "si la economía evoluciona acorde a sus perspectivas actuales", una nueva subida de tipos "puede no ser necesaria".
Sin embargo, esta visión no es unánime, ya que "algunos participantes comentaron que, en base en sus expectativas de que el progreso en el regreso de la inflación al 2% podría continuar siendo inaceptablemente lento, el endurecimiento adicional de la política probablemente estaría justificado en futuras reuniones".
"Los participantes discutieron sus puntos de vista sobre la medida en que puede ser necesaria una mayor reafirmación de la política después de la reunión actual. En general, los participantes expresaron incertidumbre sobre cuánto más podría ser el endurecimiento necesario de las políticas", recoge el texto.
Los partidarios de una pausa fundamentan su postura en los "riesgos al alza para el crecimiento económico", aunque todos coincidieron en que "la inflación se mantuvo sustancialmente elevada en relación con la meta a largo plazo del comité del 2%".
"Al discutir la perspectiva de la política, los participantes generalmente acordaron que, a la luz de los efectos retardados de la acumulación de endurecimiento de la política monetaria y los posibles efectos en la economía de un mayor endurecimiento de las condiciones crediticias, la medida en que los aumentos adicionales en el rango objetivo pueden ser apropiados después de esta reunión se había vuelto menos segura", destaca.
Además, los banqueros centrales "enfatizaron la importancia de comunicar al público el enfoque dependiente de los datos de los formuladores de políticas", y consideraron "crucial comunicar que el lenguaje en la declaración posterior a la reunión no debe interpretarse como una señal de que es probable que disminuya el rango objetivo".
LA VALORACIÓN DE LOS ANALISTAS
Desde Rabobank apuntan que "el sesgo de Powell hacia una pausa en junio podría evitar que el FOMC haga una subida el próximo mes, pero puede enfrentar una lucha cuesta arriba para mantener a sus tropas en línea para la reunión de julio".
"Por ahora, nos atenemos a nuestra previsión de que el FOMC finaliza el año, pero si el ajuste crediticio previsto por el Comité no se materializa, es posible que tengamos que volver a nuestra postura anterior de que la Fed tendrá que hacer más para obtener inflación bajo control", agregan.
Los analistas de Oxford Economics destacan que "las actas mostraron un pequeño desliz sobre si pausar u omitir el aumento de las tasas en junio en lugar de continuar subiendo. Los comentarios de los funcionarios de la Fed desde la reunión de mayo sugieren que quienes están a favor de nuevas subidas de tipos son en su mayoría presidentes regionales de la Fed".
"El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha señalado claramente su preferencia por una pausa, y participará en la reunión con el respaldo de los gobernadores. La última vez que un gobernador de la Fed disintió fue en 2005", manifiestan.
Por su parte, desde Pantheon Macroeconomics subrayan que "en términos más generales, los funcionarios de la Fed parecen finalmente estar tomando en serio la idea de que sus acciones agresivas durante el último año y la crisis bancaria, en última instancia, deprimirán seriamente el crecimiento".