petrole l opep releve sa prevision de demande pour 2022

El recorte sorpresa de 1,66 millones de barriles diarios decretado por los productores de petróleo que conforman la OPEP+ hace unos días aún sigue coleando en el mercado. Los expertos aún no han terminado de digerir la decisión, y siguen valorando cuáles pueden ser las consecuencias para los precios del 'oro negro'.

Entre ellos los estrategas de Bank of America (BofA), que acaban de publicar un informe en el que hablan de cómo puede influir el recorte de la OPEP+ en el Brent. Bajo su punto de vista, la decisión tendrá tres consecuencias clave para los precios:

-Es probable que los precios del Brent se sitúen una media de 10-15 dólares/barril por encima de los 81 dólares/barril anteriores durante los próximos 12 meses.

-Puede que la estructura temporal del petróleo se mantenga en una tendencia a la baja.

-Los diferenciales del crudo podrían estrecharse, lo que afectará a los márgenes mundiales de refino y devolverá valor a los productores.

Antes de la decisión de la OPEP+, los estrategas del banco estadounidense esperaban "un pequeño superávit de 200.000 b/d en el mercado del petróleo en 2023, pero ahora vemos un déficit de 400.000 b/d tras los recortes y la crisis bancaria". Además, señalan que "ahora que los inventarios están a punto de caer, la volatilidad del Brent debería disminuir, ayudando a anclar las expectativas de los precios del petróleo".

Sin embargo, los recortes físicos de crudo de la OPEP+ chocarán con las subidas monetarias de los bancos centrales destinadas a frenar la demanda, lo que "plantea riesgos macroeconómicos". En términos netos, aseguran, se mantienen "constructivos" y siguen viendo un Brent con un precio medio de 88 $/bbl en 2023.

No obstante, los expertos de Julius Baer son algo más pesimistas. "Las tendencias actuales apuntan a que los precios del petróleo se situarán en los 70 y no en los 80 dólares a lago plazo", comenta Norbert Rücker, director de Economía y de Investigación Next Generation del banco suizo.

Como dice, "los recortes añaden ruido y aportan incertidumbre, pero no cambian nuestra opinión sobre el mercado del petróleo". Y es que bajo su punto de vista "las tendencias fundamentales establecidas parecen intactas". "El comercio de petróleo se ha adaptado a que Rusia sea un Estado paria de Occidente y probablemente ha creado la capacidad de mantener el flujo de petróleo ruso al margen de las sanciones", explica.

Además, defiende que el mercado del petróleo "parece mantener su equilibrio, ya que el crecimiento de la oferta de los países no petroleros es suficiente para satisfacer el mediocre crecimiento de la demanda mundial". Rücker comenta que la transición energética, y especialmente el cambio a la movilidad eléctrica, "erosiona visiblemente la demanda de petróleo del mundo occidental", y dice que los costes de producción del petróleo de esquisto estadounidense, el "ancla de los precios mundiales del petróleo a largo plazo", se mantienen por debajo de los 50 dólares por barril.

Todo eso, unido al hecho de que la presión inflacionista "vuelve a remitir parcialmente" lleva al estratega de Julius Baer a defender que los precios del petróleo "siguen un largo camino hacia su equilibrio de mercado sostenible, que situamos cerca de los 70 dólares por barril".

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