El gigante gasístico ruso Gazprom ha anunciado que este miércoles se producirá un nuevo recorte del gas que fluye a través del gasoducto Nord Stream 1 debido al cierre de una turbina más. Así, la principal infraestructura gasística europea verá reducida su producción diaria al 18%, unos 33 millones cúbicos de gas.
"Debido a la expiración del tiempo prescrito antes de la revisión (de acuerdo con las instrucciones de Rostekhnadzor (Servicio Federal de Supervisión Ecológica, Tecnológica y Atómica) y teniendo en cuenta el estado técnico del motor), Gazprom detiene el funcionamiento de un motor de turbina de gas Siemens más en la estación de compresores Portovaya", ha señalado la compañía estatal rusa.
— Gazprom (@GazpromEN) July 25, 2022
En los últimos días, el gas ha estado fluyendo a través del enlace a un 40% de su capacidad desde que se restituyese el suministro tras una parada técnica de 10 días. Dicha parada se produjo por la falta de una turbina de Siemens Energy que estaba siendo reparada en Canadá y que actualmente está en Alemania, según informa el diario ruso ‘Kommersant’.
Gazprom ha reconocido haber recibido documentos de Siemens Energy relativos a este equipamiento, aunque ha señalado que “no eliminan los riesgos previamente identificados y dan lugar a preguntas adicionales”. "En estas circunstancias, Gazprom ha vuelto a solicitar a Siemens un apoyo rápido para obtener los documentos y las aclaraciones requeridas para poder resolver las cuestiones pendientes", señalan en el mismo comunicado.
— Gazprom (@GazpromEN) July 25, 2022
La gasista rusa asegura que la falta de estos componentes “afectan directamente a la operación segura” del gasoducto Nord Stream 1. De acuerdo con una información de ‘Bloomberg’, Rusia tiene en su poder otras turbinas que deben ser reparadas para poder aumentar el suministro gasístico, aunque fuentes conocedoras de la situación no han aclarado si es una opción que contemple el Kremlin. Por su parte, Alemania ha denunciado la decisión de Gazprom, asegurando que “no hay ninguna razón técnica” para la decisión de la gasista rusa.
Lo cierto es que Rusia ha cumplido con lo prometido, ya que la pasada semana el presidente ruso Vladimir Putin indicó que, si Gazprom no recuperaba una turbina, el suministro caería a los 33 millones de metros cúbicos diarios. "Si llega otra, bien, dos de ellas funcionarán. Y si no, sólo lo hará una, que sólo tiene capacidad para 30 millones de metros cúbicos al día", explicó, al tiempo que pedía poner en marcha el Nord Stream 2.
Esta reducción es un paso más en la escalada de tensión energética entre Rusia y la Unión Europea, consecuencia de las sanciones económicas de los Veintisiete a raíz de la invasión de Ucrania. Recientemente, la Unión Europea ha propuesto una reducción del 15% del consumo de gas para hacer frente a un posible corte de suministro por parte de Rusia, aunque la medida comunitaria será suavizada para poder llegar a un acuerdo con los Estados miembros.
Entre tanto, Rusia ha asegurado no tener interés en dejar de suministrar gas al Viejo Continente. "Rusia es un suministrador de gas responsable y no importa lo que se diga. Rusia era, es y sigue siendo un país que garantiza en gran medida la seguridad energética de Europa", ha señalado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.