RBC cree que el Brent seguirá por encima de 90 dólares a finales de año, pero estima que la escalada que ha emprendido el petróleo tras anunciar Arabia Saudí y Rusia que extenderán su recorte voluntario a la producción hasta que acabe 2023 no irá mucho más allá. En concreto, los estrategas de la firma estiman que el crudo de referencia en Europa cerrará el ejercicio en 91 dólares, y avisan: "La idea de 100 dólares por barril sigue estando lejos de ser un escenario base para nosotros".
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El petróleo sube a niveles no vistos desde 2022: ¿llegará el Brent a 100 dólares?"Nuestras cifras sugieren escasez durante el resto del año, ya que Riad y Moscú siguen comprometidos con recortes de producción", comentan los analistas del banco canadiense, que creen que Arabia Saudí "hubiera preferido optar por medidas proactivas para estabilizar el mercado y acelerar la recuperación frente a preocupaciones macroeconómicas persistentes".
Y es que si lo hubiese hecho, "habría tenido un punto de partida más óptimo para reducir el recorte unilateral a finales de año, dado que el pico estacional de la demanda mundial está en la retaguardia para este año, las paradas en las refinerías se acercan rápidamente y el marco macroeconómico en China parece empeorar antes de mejorar".
Asimismo, apuntan que hay varios temas que son ciertos:
1. El mercado físico es "el más saludable de los últimos 12 meses".
2. El mercado del petróleo "a menudo se queda corto y corrige demasiado", y dado que "sigue habiendo una cantidad considerable de inversores que permanecen al margen, la fortaleza actual podría desencadenar una mayor persecución y puesta al día".
3. Los operadores fundamentales "pueden sugerir que este mercado ya tiene un precio perfecto y que los catalizadores alcistas agudos no son del todo visibles en este momento".
4. El suelo del mercado del petróleo se ha levantado y las caídas "probablemente encontrarán apoyo en el precio plano y en los diferenciales temporales".
"Como tal, vemos que los precios del WTI y Brent promediarán los $86,50/bbl y los $91,00/bbl, respectivamente, en el último trimestre de este año", afirman. Sin embargo, apuntan que "la idea de 100 dólares por barril sigue estando lejos de ser un escenario base para nosotros", aunque reconocen que el mercado petrolero "ha evolucionado hasta convertirse en un mercado basado tanto en el impulso como en los fundamentos".
Por eso, destacan, "a menudo se sobrepasa y corrige en exceso", por lo que creen que cualquier cosa podría pasar con los precios en lo que queda de 2023. Aunque apuntan que "la noción de 100 dólares por barril ha pasado de ser algo completamente inimaginable hace unos meses a estar a una distancia sorprendente (o exagerada) en la actualidad".
Consideran que el repunte que se ha producido en el petróleo este verano tiene más que ver con una "demanda derivada de un consumidor resistente" que con "un impulso puramente saudí por el lado de la oferta". Tal y como explican los expertos de RBC, la producción mundial "ha sido fuerte" y se ha mantenido a un ritmo de unos 2,2 millones de barriles diarios, superior al año anterior, pero los inventarios de productos refinados siguen siendo bajos en la mayoría de las principales regiones, sobre todo en China, Estados Unidos y Europa, "lo que sugiere que la demanda es más fuerte de lo que muchos habían previsto".
De hecho, señalan que la demanda "está aumentando mucho más de lo que muchos esperaban, dada la preocupación por la inminente recesión". ¿Y a qué se debe? Pues a que China ha reabierto su economía "de una forma sin precedentes" y a la fortaleza de regiones consumidoras no tradicionales como América Latina, la FSU (Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Moldavia, Estonia, Lituania, Letonia, Georgia, Armenia y Azerbayán) y África.
Pero avisan de que aunque la demanda mundial de petróleo se ha mostrado resistente, "es prudente reconocer que el consumidor puede empezar a sentirse tenso" ante el aumento de los precios que está experimentando la gasolina. "Dado que la gasolina es un bien esencial, es probable que los consumidores que se sientan en apuros puedan recortar sus gastos en otros ámbitos antes de que se produzca la destrucción de la demanda de combustible", comentan desde RBC.
CHINA Y LAS IMPORTACIONES
Por otro lado, sobre China y sus importaciones de crudo, los estrategas de RBC comentan que han sido "fuertes" en los últimos meses, y creen que se mantendrán así en lo que resta de año. "Es poco probable que China reduzca sus inventarios y espere a que pasen los recortes para que los barriles estén más fácilmente disponibles", dicen al respecto.
Aunque también avisan de que "las preocupaciones sobre la demanda están aumentando", y comentan que muchas empresas energéticas chinas "están retirando sus expectativas de crecimiento de la demanda para la segunda mitad del año". Bajo su punto de vista, "si la situación macroeconómica se deteriora aún más, ciertamente hay argumentos a favor de una reducción de las importaciones en el futuro, aunque respetamos que los patrones de compra chinos no siempre siguen las señales de demanda convencionales".
En cualquier caso, en el gigante asiático "las existencias de productos siguen siendo bajas, lo que sugiere que la demanda ha sido fuerte, o lo suficientemente fuerte a pesar de un contexto macroeconómico poco inspirador en China". Al menos, hasta ahora. Aunque todo apunta a que seguirá así.