Hay mucho interés por lo que vaya a anunciar la OPEP+ (el cártel de grandes productores de petróleo y sus socios, entre ellos Rusia) este fin de semana. Se reúne el domingo en medio de especulaciones de que habrá un nuevo recorte de producción para impulsar los precios del crudo y compensar los riesgos en la demanda derivados del enfriamiento económico, especialmente en China.
En abril, la OPEP+ sorprendió con un recorte de producción de más de 1 millón de barriles diarios, lo que provocó una subida del precio del crudo que, sin embargo, no se ha mantenido. El petróleo ha vuelto a caer en medio de la preocupación a corto plazo por la lentitud de la recuperación económica de China, "por no hablar de la presión a largo plazo para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas de la COP27 para 2050", apunta Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
La cuestión ahora es que, mientras Arabia Saudí, líder de la OPEP, parece apostar por otro recorte de producción, Rusia (líder de los socios del cártel) querría seguir con el bombeo de crudo. El ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, advirtió a los especuladores hace unos días de que debían tener cuidado. Dijo que los especuladores se volverán locos "como se volvieron locos en abril", que no necesitaba mostrar sus cartas, pero que sólo les diría que tuvieran cuidado. El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, afirmó por su parte también hace unos días que, de cara a la reunión del cártel, no creía que hubiera "nuevos pasos, porque hace apenas un mes se tomaron ciertas decisiones con respecto a la reducción voluntaria de la producción de petróleo por parte de algunos países".
Así pues, aunque se bajaran recortes, hay mensajes contradictorios y otra parte del mercado opina que no se tocará nada en este encuentro. HSBC o Goldman Sachs consideran que es poco probable que se produzca otro recorte similar y que el bloque adoptará una postura de "esperar y ver". Otros creen que la debilidad de los datos manufactureros publicados en China esta misma semana hace probable una reducción. Sin embargo, cabe indicar en este sentido que, mientras que el PMI oficial de mayo, publicado el miércoles, se contrajo al nivel más bajo de los últimos cinco meses, el PMI Caixin/S&P Global anunciado el jueves fue mejor de lo esperado.
Evidentemente, otro recorte tras el anunciado en abril, sería alcista para el crudo, que ha vivido una semana marcada por la debilidad precisamente ante estos datos chinos. El Brent cotiza en torno a los 75 dólares y el WTI, alrededor de los 70 dólares el barril.
Con todo, los analistas explican que las perspectivas del petróleo para junio dependerán de la evolución de la oferta y, por tanto, de la decisión que se adopte en esta reunión de la OPEP+. Hengtai Futures indica que los fundamentos muestran señales mixtas, ya que los datos de EEUU presentan una fuerte reducción de los inventarios y animan el sentimiento, pero la débil recuperación macroeconómica de China está pesando en la confianza comercial. Por lo tanto, los factores del lado de la oferta podrían ser esenciales para impulsar los precios, insiste. "Si las autoridades no ofrecen medidas claras de apoyo a los precios en las próximas reuniones de la OPEP+, es poco probable que los inversores se vuelvan más alcistas", afirma Hengtai.