La última decisión sobre la producción de petróleo de la OPEP+ no ha dejado contento a nadie. El cártel de grandes productores y sus aliados, liderados por Rusia, han decidido extender la mayoría de recortes de producción hasta finales de 2025 pero, en lo que respecta a las restricciones voluntarias (2,2 millones de barriles diarios), un subgrupo de ocho grandes productores ha anunciado que, aunque las extenderán hasta finales de septiembre de este año, las eliminarán gradualmente de manera mensual hasta finales de septiembre de 2025. El crudo Brent ha repuntado un 1,20% este miércoles tras varias jornadas de caídas.
En el mercado hay una preocupación clara por el exceso de oferta, y esto ha llevado al petróleo Brent a atacar mínimos de febrero. De hecho, los analistas técnicos de Bolsamanía no descartan en absoluto que toque mínimos del año, en 74,80 dólares el barril.
"Estos descensos son la continuación de la reacción de los mercados ante la preocupación por el creciente exceso de oferta, que se exacerbó tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Rusia de comenzar a detener la reducción voluntaria de la producción de petróleo a finales de este año", apunta Samer Hasn, analista del equipo de xs.com.
LA DOBLE LECTURA DE LOS DATOS MACRO
Esta preocupación por el exceso de oferta se ha mezclado con la inquietud por la salud de la economía estadounidense, que ha sido testigo esta semana de una contracción de la actividad manufacturera mayor de lo previsto, ante el descenso de la demanda por la falta de voluntad de las empresas para invertir debido a las condiciones monetarias y económicas.
De cara a esta semana, los operadores están pendientes de los datos de empleo de EEUU del viernes. "Si vemos alguna debilidad adicional en esta lectura (del informe de empleo de mayo), sin duda esto alimentará el estado de ánimo bajista actual entre los operadores de petróleo, enviando el crudo aún más a la baja a corto plazo", advierte James Harte, estratega de TickMill Group.
Sin embargo, los datos macro débiles tienen otra posible lectura, y es que aumentan las esperanzas de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), lo cual es positivo para el crudo al reactivar la actividad económica y, con ello, la demanda. De hecho, frente a lo que dice Harte, Samer Hasn advierte de que una sorpresa positiva en los datos del mercado laboral de esta semana en EEUU podría contribuir a profundizar las pérdidas del petróleo, en la medida que alejaría los recortes de tipos de la Fed.
Al referirse concretamente a Europa, Hasn dice que, si bien es posible que empecemos a ver cierto alivio en los mercados del petróleo con el inicio de los recortes de tipos previstos por el Banco Central Europeo en su reunión (de este jueves), muchas referencias previas de PMI y encuestas de consumidores e inversores indicaban que la inflación y los elevados tipos de interés impiden la reactivación de la demanda y el restablecimiento del crecimiento, además de un estado de incertidumbre respecto a factores políticos internos y geopolíticos regionales y mundiales.
"Esta posible recuperación de la demanda a medida que se suavice el endurecimiento monetario acabará llegando a China, cuyos principales socios comerciales son la eurozona y la Unión Europea, mientras sigue sufriendo una débil demanda interna de consumo. Por lo tanto, creo que los datos económicos de la eurozona serán muy importantes para los mercados que buscan señales sobre la recuperación de la economía mundial y la consiguiente recuperación de la demanda de crudo y la reducción de la brecha de la oferta", comenta el experto.
FRENTE GEOPOLÍTICO
Los factores geopolíticos que han tenido más tensionado al petróleo estos meses previos parecen haberse suavizado. En los dos últimos meses, se han disipado los temores a una guerra regional generalizada en Oriente Medio.
Con todo, la posibilidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza no parece cercana tras la propuesta presentada por el presidente de EEUU, Joe Biden, que es muy poco probable que sea aceptada por ninguna de sus partes.
"Mientras continúa esta extensión de la guerra, el temor a que se descontrole sigue presente en todo momento, y esto es lo que estamos viendo ahora, ya sea en el sur del Líbano o en el Mar Rojo, con la escalada sin precedentes", concluye Samer Hasn.