Las palabras de este jueves de Loretta Mester, presidenta de la Fed Cleveland, y de James Bullard, presidente de la Fed de San Luis, parece que tampoco han gustado al petróleo. El barril Brent ha perdido un 2,61%, hasta 82,92 dólares, y el WTI se ha dejado un 2,90%, hasta 76,21 dólares.
Mester y Bullard se han mostrado partidarios de subidas de tipos de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal (Fed) y esto ha hecho que el petróleo se decante por las caídas ante el temor a que mayores alzas puedan afectar a la demanda.
Tampoco ha gustado que el índice de precios de producción publicado ayer al otro lado del Atlántico cayera menos de lo esperado. Otro dato fuerte que aumenta las presiones inflacionistas y respalda una actuación más dura de la Fed.
Igualmente, la acumulación de reservas de crudo en EEUU contribuye a la tensión. Este miércoles, la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) comunicó que las reservas de crudo estadounidenses aumentaron la semana pasada a su nivel más alto desde junio de 2021, después de una acumulación mayor a la esperada.
Los precios del petróleo han oscilado en las últimas semanas entre el temor a una recesión en Estados Unidos, en medio de subidas de tipos para combatir la inflación, y la esperanza de un repunte de la demanda en China, el mayor importador mundial de crudo.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirmó esta semana que China representará casi la mitad del crecimiento de la demanda de petróleo de este año tras relajar sus restricciones de Covid-19, pero la contención de la producción de los países de la OPEP+ podría suponer un déficit de suministro en la segunda mitad.