El petróleo se dirige a 2024 en un momento de incertidumbre, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, haya decepcionado al mercado.
La postergada reunión ministerial del cártel había disparado las expectativas sobre recortes más profundos que pudieran apuntalar los precios del 'oro negro'. Sin embargo, el hecho de que algunos de sus miembros apostaran por extender sus restricciones voluntarias a lo largo de 2024, en lugar de fijarse una cuota para todo el grupo, ha puesto de manifiesto las tensiones existentes.
"No creemos que las naciones petroleras hayan inclinado significativamente los equilibrios del mercado con sus últimos ajustes y, en cambio, vemos que se suavizarán aún más el próximo año. Mantenemos nuestra visión cautelosa y prevemos que los precios del petróleo se acercarán a los 70 dólares en 2024", señalan los estrategas de Julius Baer.
En cambio, el hecho de que Arabia Saudí haya prolongado su restricción de un millón de barriles por día, implementado en julio de 2023, hasta finales del primer trimestre de 2024, ha disparado el optimismo entre los expertos de ING.
"Se espera que el mercado del petróleo esté en gran medida equilibrado durante la primera mitad de 2024 si Arabia Saudí extiende su corte voluntario adicional. Hacerlo debería garantizar que el Brent se mantenga por encima de los 80 dólares el barril durante la primera mitad del año. Sin embargo, pronosticamos un mercado más ajustado hasta la última parte de 2024 y, como resultado, esperamos que el Brent promedie un poco más de 90 dólares por barril en la segunda mitad del próximo año", indican.
Arabia Saudí, Rusia, Argelia, Omán o Kuwait han sido algunos de los países que han optado por una extensión de sus recortes voluntarios, dejando claro que la medida tiene como objetivo "reforzar los esfuerzos de precaución realizados por los países de la OPEP+ con el objetivo de apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros".
"La conclusión del mercado parece ser que las tensiones dentro de la OPEP+ probablemente socaven la eficacia de estas medidas", explica James Harte de Tickmill Group.
"Dado que la OPEP+ ya no impone una cuota para todo el grupo, es probable que la adhesión sea mucho menor de lo habitual, lo que significa que el impacto en el mercado se verá debilitado. Como tal, los precios del petróleo parecen vulnerables a nuevas caídas, especialmente si vemos una mayor recuperación del dólar en el corto plazo", añade.
Asimismo, el anuncio del nuevo acuerdo "fue inmediatamente eclipsado por Angola rompiendo filas y diciendo que continuaría bombeando como antes, y sembrando dudas sobre si otros miembros de la OPEP+ harían lo mismo", comenta Michael Hewson, analista jefe de mercado de CMC Markets UK.
Los recortes también están ensombrecidos por el anuncio de que Estados Unidos ha informado de una producción récord propia de 13,2 millones de barriles por día, y por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que espera que el mercado petrolero vuelva a tener superávit el próximo año.
"El mercado está perdiendo confianza en que la OPEP+ pueda hacer girar el mercado como lo hizo en el pasado: la excelente producción estadounidense es un factor clave, mientras que Guyana y Brasil están bombeando como locos. Una vez que pase la volatilidad y la incertidumbre, veremos si esto es suficiente para mantener la marca de 80 dólares. La demanda es ahora clave y las señales apuntan a una desaceleración", subraya Neil Wilson, analista de mercado de Finalto.
ARABIA SAUDÍ, EL MÁS COMPROMETIDO
La principal preocupación para los inversores es el hecho de que los recortes anunciados sean voluntarios y no para toda la OPEP+, lo que sugiere que a los miembros les está resultando muy difícil alcanzar un acuerdo.
De hecho, la falta de consenso, liderada por los países productores de África occidental, fue la razón por la que la reunión, que en principio tendría que haberse celebrado el 26 de noviembre, se retrasó hasta el día 30 del mismo mes. Un desacuerdo que no está resuelto.
Uno de los países que más interesado está en estabilizar el precio del crudo es Arabia Saudí.
"Mientras que Arabia Saudí requiere que los precios del petróleo se sitúen en 90 dólares para financiar su ambiciosa visión económica, la mayoría de los demás miembros verían presupuestos estables con precios en los 70 dólares", aseveran desde Julius Baer.
Del mismo modo, otros, como los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, han invertido en capacidades de producción que les gustaría explotar en el futuro, y hay algunos Estados que necesitan urgentemente dinero en efectivo, "lo que dificulta el cumplimiento de cuotas o promesas voluntarias", agregan.
"Seguimos creyendo que el mercado petrolero continúa avanzando progresivamente hacia un superávit, ya que esperamos que los miembros de la OPEP+ no cumplan plenamente sus promesas", insisten desde la firma helvética.
Con todo, Arabia Saudí es el que mayores esfuerzos está realizando para apoyar al mercado, lo que lleva a los expertos a considerar que "su recorte es el más importante porque consistentemente han respaldado las palabras con barriles", concluyen en RBC.