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Los expertos ya preveían que el paladio se convertiría en el metal más caro del mundo en 2019. La sorpresa es que lo haya conseguido con tanta claridad, devorando los máximos históricos del oro y situándose muy cerca de los 2.000 dólares por onza. De hecho, la diferencia actual entre el precio de ambos metales ronda el 30%. Prácticamente un abismo.
Hay que remontarse a septiembre de 2011 para encontrar el récord de cotización del oro. Lo marcó en los 1.911 dólares por onza, una cifra que el paladio superó la semana pasada. Ahora, este metal tiene su propio techo en los 1.974 dólares que tocó en la jornada del martes. Desde que comenzó el año, ha incrementado su precio en un 12%, una tendencia alcista que hace pensar que no será difícil que supere la barrera de los 2.000 dólares en el corto plazo.
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El paladio se usa principalmente en la industria automovilística y en los productos electrónicos. El analista de XTB, Ramón Valverde, señala que destaca por "su alta capacidad de absorción de hidrógeno", lo que le convierte en "uno de los mejores condensadores naturales", aunque su principal inconveniente es que "es más costoso que el aluminio".
Dentro de la industria automovilística se utiliza para los catalizadores de coches de gasolina, pero también en los híbridos. Estos últimos vehículos están observando un gran repunte debido a las restricciones mediambientales que se están imponiendo en todo el mundo, lo que ha generado problemas de abastecimiento ante la falta de oferta de este metal.
Valverde prevé que el paladio seguirá con su tendencia alcista para situarse por encima de los 2.000 dólares, ya que el precio "está controlado por Rusia y Sudáfrica", principales productos de níquel y platino, respectivamente. Este metal se puede obtener en aleación con estos dos materiales y el experto explica que Rusia "no tiene intención de extraer más níquel, porque su precio está cayendo", mientras que Sudáfrica tampoco quiere obtener más platino "porque el precio se mantiene estable y no compensa".
La guerra comercial también juega un papel importante. Desde IG apuntan que la aparente inminencia de un alto el fuego entre China y Estados Unidos "aumentan las expectativas de un repunte en la demanda de este metal". De hecho, el acercamiento de las posturas entre Washington y Pekín que se produjo en septiembre permitió al paladio superar de nuevo el precio del oro.
