Los precios del petróleo han finalizado su cuarta semana consecutiva de pérdidas en medio de las preocupaciones sobre la demanda mundial de cara al próximo año.
El barril Brent, de referencia en Europa, y el West Texas, de referencia en EEUU, han sufrido caídas en torno al 20% desde finales de septiembre, y este jueves marcaban mínimos de cuatro meses tras retroceder alrededor de un 5%.
La caída de los precios del petróleo está provocada principalmente por el fuerte aumento en los inventarios de crudo de Estados Unidos y el mantenimiento de la producción en niveles récord, lo que según los analistas está generando preocupaciones de una débil demanda en el mayor consumidor de petróleo del mundo en medio de una alta producción.
Para Craig Erlam, analista sénior de mercado, Reino Unido y EMEA, OANDA, hay "preocupaciones claras por la demanda de cara al año que viene, particularmente en lo que respecta a China".
"El aumento de 3,6 millones de barriles en los inventarios estadounidenses la semana pasada sirvió como una buena excusa para vender la parte superior, junto con las crecientes preocupaciones sobre una desaceleración global. A nadie le importan la matanza en Oriente Medio ni los recortes de la OPEP. En los niveles actuales, el petróleo está sobrevendido y podríamos ver otro intento de corrección, pero las ganancias probablemente seguirán siendo limitadas", explica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
En este sentido, el oro negro ha rebotado con fuerza este viernes cerca de un 4% (Brent: 80,65 dólares; West Texas: 75,77 dólares)
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aseguraba, en su informe de noviembre, que el consumo mundial de petróleo está siendo "mejor de lo esperado" este trimestre, aunque advertía que los precios del petróleo han tendido a la baja en las últimas semanas "impulsados principalmente por los especuladores de los mercados financieros, ya que han reducido drásticamente sus posiciones largas netas durante el mes de octubre, en comparación con finales de septiembre".
"El foco del mercado se ha desplazado en gran medida hacia el debilitamiento de las perspectivas de la demanda debido al ajuste de la oferta. Si Arabia Saudí anuncia nuevos recortes de suministro y si el mercado no reacciona, sus finanzas sufrirán un golpe mayor. Como tal, la liquidación podría extenderse por debajo de la marca de 70 dólares. El soporte clave se sitúa en 63,50 dólares, la caída de mayo", añade Ozkardeskaya.
Los estrategas también creen que es probable que la reciente caída de los precios haga que Arabia Saudí extienda los recortes de producción de petróleo hasta 2024.
"Habrá un ruido creciente en torno a la política de la OPEP en las próximas semanas, ya que el grupo se reunirá en Viena el 26 de noviembre", señalan desde ING.