El banco suizo Julius Baer parece querer rebajar la tensión en lo relacionado con el petróleo y la última decisión de Estados Unidos y Reino Unido de prohibir las importaciones de crudo ruso. "No supone un cambio de juego fundamental. El mundo no está a punto de quedarse sin petróleo", afirma Norbert Rücker, experto de la entidad.
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Estados Unidos ha sido un comprador "marginal" de los llamados petróleos no procesados, que probablemente pueda sustituir fácilmente con alternativas. Del mismo modo, la prohibición del Reino Unido no se aplicará hasta finales de este año, lo que da tiempo suficiente para ajustar los suministros en un mercado que para entonces tendrá un aspecto muy diferente, aclara Rücker.
En su opinión, es probable que los flujos de petróleo rusos se recuperen un poco con el tiempo. "La brecha restante probablemente se compensará con otros suministros, incluido el regreso del petróleo previamente sancionado de las petro-naciones y una buena parte de la destrucción de la demanda, ya que los altos precios actuales frenan el consumo, lo que probablemente implique una breve recesión. Mientras tanto, el amplio almacenamiento estratégico llena cualquier vacío de suministro, gracias a las lecciones aprendidas de la crisis del petróleo de finales de los 70", añade.
Esta analista considera que estamos más ante una crisis de precios que ante una crisis de suministro. "Más allá de la incertidumbre a corto plazo, confiamos en que la subida del precio del petróleo siga unas pautas más o menos conocidas. Estos movimientos bruscos al alza suelen ir seguidos de movimientos a la baja en semanas y meses, no en años", añade.
