La temida crisis energética a la que nos podemos enfrentar este invierno no será nada si se compara con la que puede venir en 2023. Es el aviso que los principales ejecutivos de compañías de petróleo y gas lanzan. Aseguran que las preocupaciones se centran en el próximo invierno, especialmente para Europa.
Según explican, para este próximo invierno, el almacenamiento de gas de Europa está lleno en un 90%, según la Agencia Internacional de la Energía, lo que proporciona cierta seguridad frente a una escasez importante. Pero por mucha inquietud que haya antes de este invierno, es realmente el de 2023 lo que debería preocupar a la gente, advierten.
"Tenemos un invierno difícil por delante y, posteriormente, tenemos un invierno más difícil en el año que viene, porque la producción que está disponible para Europa en la primera mitad de 2023 es considerablemente menor que la producción que tenemos disponible para en la primera mitad de 2022", ha dicho a 'CNBC' el director ejecutivo de Vitol, Russell Hardy.
Europa puede manejar la crisis este año, pero "creo que el próximo invierno, creo que muchos de nosotros nos preocupamos, en Europa, podría ser aún más desafiante", añade el CEO de BP, Bernard Looney.
"Estamos en buena forma para este invierno", pero "el tema no es este invierno. Será el próximo, porque no vamos a tener gas ruso: 98% menos el próximo año, tal vez nada", expresa el directivo de Eni, Claudio Descalzi. Añade, además, que "lo que hemos hecho en Europa, cada país, dio subsidios para tratar de reducir el coste para la industria y para los ciudadanos. ¿Cuánto tiempo puede continuar eso?", pregunta. "No lo sé, pero es imposible que pueda continuar para siempre. Todos estos países tienen una deuda muy alta".