Los futuros de la gasolina, para entrega en octubre de 2019, se disparaban más de un 11% este lunes al cierre del mercado estadounidense. Su precio se situaba por encima de los 1,73 dólares, un nivel que no alcanzaba desde principios de agosto. Los conductores pueden alarmarse al leer estas cifras, pero el combustible que adquirimos en la gasolinera no verá reflejado este fuerte incremento. Al menos no con estas dimensiones.
Desde la Asociación de Operadores Petrolíferas (AOP), la patronal a la que pertenecen las principales petroleras del mundo (Repsol, BP, Galp o Cepsa), sostienen que el precio que encontramos en las gasolineras supone alrededor de un tercio de la cantidad que se paga por los futuros. Eso sí, hay que sumarle los impuestos, los costes de distribución y los márgenes de las empresas.
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Con esta subida, la gasolina rompe con la tendencia bajista que acumulaba desde finales de marzo de este año, cuando llegó a superar los 2,13 dólares. Desde entonces, había llegado a desinflarse casi un 26%, hasta situarse en los 1,55 dólares justo el día anterior a que se desatase el caos en el petróleo con el ataque con drones a la industria petrolera de Arabia Saudí, que obligó al país a reducir a la mitad su producción de crudo.
EL ENCARECIMIENTO PODRÍA HABER SIDO MAYOR
Y las subidas, tanto en el petróleo como en la gasolina, podrían haber sido mayores si no es porque desde Arabia Saudí y Estados Unidos han intentado calmar la situación. La compañía estatal saudita, Saudi Aramco, comunicó que era capaz de restaurar alrededor de un tercio de su producción, lo que supone alrededor de 2 millones de barriles. Un movimiento similar al que realizó el presidente estadounidense, Donald Trump, al liberar petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo para mantener los mercados "bien abastecidos".
Ahora el miedo de los inversores está en el incremento de las tensiones geopolíticas, que podrían aupar aún más el precio del petróleo y sus derivados. Trump culpó inmediatamente a Irán, con quien está en conflicto desde hace meses, de perpetrar estos ataques. A esta acusación hay que sumar la que realizó Arabia Saudí este lunes cuando confirmó que el armamento utilizado en los ataques es de procedencia iraní.
Todo esta llevó al petroleo a registrar este lunes su mayor subida de la historia al observar un repunte del 19%. Sin embargo, poco a poco, el precio se fue moderando y al cierre del mercado en Estados Unidos el barril de Brent, de referencia en Europa, subía un 13,12%, hasta los 68,12 dólares; mientras que el West Texas sumaba un 12,78%, hasta los 61,85 dólares.
El mercado no veía estos precios desde mayo de este año. Aún así, como apunta el analista de London Capital Group, "a medida que el polvo se asienta, los mercados petroleros consolidan ganancias del 10%, con la posibilidad de que se vea una corrección a la baja importante".
