La noticia de la semana es el posible embargo al petróleo ruso por parte de la Unión Europea como represalia al Kremlin por sus últimas acciones en torno a la guerra en Ucrania. Esta medida hasta el momento no se había planteado, puesto que tenía la fuerte oposición de países como Alemania. Ahora, el cambio de postura de Berlín ha aumentado las probabilidades de que se lleve a cabo y el temor del mercado viene de la mano de un posible incremento de los precios del 'oro negro'.
Desde Julius Baer sostienen que habrá precios bajos a largo plazo, "gracias a la liberación de los depósitos estratégicos, a que las naciones petroleras abandonan las restricciones a la producción y a que el negocio del esquisto en EEUU eleva la producción a nuevos récord".
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Bruselas trabaja en sanciones contra el crudo ruso y la mayor autonomía energéticaY es que en la práctica, estos expertos ya ven cómo el mercado del crudo se ha empezado a mover. "La mayor parte del comercio de petróleo de Europa con Rusia se realiza por vía marítima, con buques cisterna que salen de los puertos del Báltico y el Mar Negro hacia destinos europeos cercanos. En las últimas semanas, estos flujos ya se han desviado de Europa hacia Asia", indican, explicando que "a menos que Occidente ejerza presión diplomática sobre los compradores, principalmente asiáticos, el probable embargo no provocará un gran choque de suministro y, por tanto, tampoco un aumento del precio del petróleo".
Sostienen que la percepción del choque que supone el aislamiento parcial de Rusia ha pasado de un 2%-3% inicial a un 1%-1,5% de los suministros mundiales.
"La narrativa del embargo parece satisfacer principalmente las necesidades morales europeas y pasa por alto las experiencias de los últimos años. En términos de flujos de caja para los países petroleros, el aumento de los precios tiende a compensar parcialmente los menores volúmenes", sentencian.
En cualquier caso, al igual que ha adelantado la Unión Europea con sus planes, los expertos de Julius Baer no creen que esta desconexión se haga de forma inmediata, ya que hay países con una gran dependencia y contratos en vigor que no pueden prescindir de los barriles rusos. "El comercio de petróleo es multifacético. El petróleo fluye en forma de crudo o de productos, a través de oleoductos o de barcos, y lo más probable es que haya que acomodar los plazos para los que tienen mayor dependencia de Rusia", detallan.
Bruselas está estudiando un nuevo paquete de medidas contra Rusia, que incluye el embargo al petróleo ruso. Hasta el momento, la Unión Europea se ha mostrado reticente ante la negativa de grandes potencias como Alemania, pero el reciente cambio de postura de Berlín ha propiciado su negociación en el seno de la UE.
Por el momento hay dos países que se siguen negando a ello: Polonia y Bulgaria. Sin embargo, la posibilidad de incluir exenciones para estos países podría ayudar a que se saque adelante el nuevo paquete de medidas.
En cualquier caso, las representantes europeas no detallaron nada al respecto tras la reunión de ministros de Energía de este lunes, en la que sí avanzaron medidas en cuanto a la independencia del gas ruso, con medidas concretas que se plasmarán en el RePowerEU.