El oro ha conquistado los 2.400 dólares por onza, aunque luego se ha girado a la baja (-0,56%, 2.359 dólares), y ha marcado un nuevo máximo de todos los tiempos en su escalada imparable que le puede llevar más arriba, tal como destacan los analistas técnicos de Bolsamanía, ya que cotiza en subida libre, sin resistencia alguna en su camino.
El metal precioso, eso sí, podría tomarse un merecido descanso en cualquier momento ya que acumula, en lo que llevamos de año, alzas que superan el 17%. Los expertos de Bolsamanía indican que veríamos una corrección si perdiera los 2.337 dólares.
"Los precios del oro siguieron subiendo incluso cuando los rendimientos reales (de los bonos) han aumentado: los temores sobre un ataque de Irán a Israel, o tal vez un plan de EEUU para aumentar aún más la deuda para Ucrania... todo apunta a más subidas", escribe Neil Wilson, responsable de análisis de Finalto.
Después del IPC de EEUU de marzo, publicado el miércoles y que ha enfriado las perspectivas de recortes de tipos de la Reserva Federal (Fed), los precios del oro se han fortalecido también en las últimas horas tras un dato de los precios al productor de EEUU, publicado ayer jueves, que fue más suave de lo esperado y vuelve a avivar las esperanzas de recortes de tipos al otro lado del Atlántico este año.
Un informe del Departamento de Trabajo mostró que el Índice de Precios al Productor (IPP) aumentó un 0,2% intermensual en marzo, en comparación con un aumento del 0,3% esperado.
La compra de oro por parte de los bancos centrales y la incertidumbre geopolítica continúan siendo los principales pilares de apoyo para el mercado del oro actualmente.