Las frágiles expectativas de los mercados en la economía mexicana y en la capacidad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para reactivar el crecimiento han recibido un duro golpe esta semana, con la dimisión del ya exministro de Hacienda del país, Carlos Urzúa. Los analistas señalan que las réplicas de este fuerte revés a la administración de AMLO se dejarán notar durante varias semanas. Pese a que el presidente mexicano ha taponado la herida de inmediato, ya se ha cobrado un precio en la bolsa mexicana, que se dejó un 2% en la sesión del martes y acabó plana el miércoles, en el peso, que trata de recuperarse desde recientes mínimos, y pone otra vez en la picota a tres valores del Ibex especialmente expuestos al país: BBVA, Santander y Telefónica.
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El banco presidido por Carlos Torres está inmerso en una tormenta perfecta. Y se ahoga en un mar de noticias negativas de las que se hacían eco algunos medios este martes, relacionadas con el cobro indebido de 100 millones por cláusulas suelo, y el juicio por el caso del presunto espionaje encargado al excomisario José Manuel Villarejo. En este contexto, lo último que necesita BBVA es que el peso mexicano, que marcó su peor cambio de un mes el martes, se añada a sus preocupaciones y a la crisis reputacional sin precedentes de la entidad. Con todo, el banco sumó este miércoles su cuarta jornada consecutiva de caídas.
En cuanto al Santander, la entidad cántabra tiene su buena dosis de ‘drama’ con el caso de Andrea Orcel. A inicios de este mes trascendió que el banquero italiano presentaba la demanda contra el banco dirigido por Ana Botín por cancelar su fichaje, que podría traducirse en nada menos que 100 millones en concepto de indemnización. Su desempeño en el parqué va relativamente paralelo a BBVA en las últimas sesiones aunque en la pasada jornada logró cerrar en positivo (+0,65%).
El comportamiento en bolsa de Telefónica, por su parte, ha sido irregular en los últimos días. Los recortes del miércoles borraron prácticamente el avance del martes, pero el título está tratando de confirmar la ruptura de la importante resistencia en los 7,41 euros por acción, por lo que su aspecto técnico es prometedor.
En cualquier caso, ninguno de los tres valores necesita en estos momentos que vuelvan a soplar vientos negativos desde México, pero la crisis de confianza desatada en el país azteca “les pone en la línea de fuego”, indica Olivia Álvarez, analista de Monex Europe.
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El peso mexicano se lame las heridas tras la dimisión del ministro de Hacienda de AMLOEl terremoto se iniciaba en la tarde del martes, tras la renuncia de Urzúa. El exresponsable de las finanzas, además, hizo pública la carta enviada a AMLO en su cuenta de Twitter, en la que no escatimaba en críticas a la gestión del presidente, en el cargo desde el 1 de diciembre del año pasado. En el texto reveló "discrepancias” en materia económica, “algunas de ellas porque en esta Administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento". Asimismo, indicó que le resultó "inaceptable" la "imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”, conflictos de interés que los expertos señalan que AMLO deberá explicar. “Es un golpe para México desde un punto de vista económico y fiscal”, explican los analistas de Pantheon Macroeconomics.
La dimisión “pone de relieve la vulnerabilidad de las instituciones mexicanas bajo la administración de AMLO y suprime la confianza de los inversores sobre la estabilidad de la economía mexicana”, señala Álvarez. Las declaraciones de Urzúa, un estrecho aliado de López Obrador, “levantan sospechas de que bajo la administración de AMLO, las políticas públicas están sujetas a numerosas arbitrariedades”, agrega.
La noticia, a juicio de esta experta, “genera mayores temores de que la nota soberana mexicana sea degradada por agencias calificadoras como Moody´s y S&P, las cuales mantienen una perspectiva negativa de las cuentas públicas mexicanas”. “El riesgo de que estas agencias se unan a Fitch en degradar a México a solo un escalón del grado basura, pone gran estrés sobre la estabilidad de la economía y el peso mexicano”, redondea.
Las casas de análisis destacan, sin embargo, la rapidez con la que AMLO ha manejado la crisis y ha nombrado ministro al anterior número dos de Urzúa, Arturo Herrera. "Es un economista reputado y tiene amplia experiencia en políticas fiscales, por lo que su ascenso muy probablemente reducirá las preocupaciones de los inversores", apuntan desde Pantheon Macroeconomics.
Para Álvarez, "estos eventos ponen mayores obstáculos para las políticas activistas mexicanas". Primero, incrementa la "presión sobre la austeridad fiscal para anclar la confianza de los inversores", indica y afirma que "impone un sesgo más restrictivo a la política monetaria, postergando la posibilidad de recortes de tipos bajo un escenario de mayor incertidumbre política". "Ambas juegan en contra de la capacidad de actuación de las políticas públicas para apoyar el crecimiento de la economía mexicana, en continuo deterioro en lo que va de año", expresa.