La decisión de la OPEP+ de recortar la producción de petróleo en 1,66 millones de barriles diarios ha sacudido a los mercados y ha provocado una fuerte subida del precio del petróleo. Los inversores se preguntan ahora si los 100 dólares por barril están de nuevo en el horizonte.
Los analistas de Julius Baer aseguran que este encarecimiento responde a otros factores, y consideran que el cártel "está actuando desde una posición de debilidad".
"Si bien los precios aumentaron con las noticias, lo atribuimos principalmente a la cuadratura de posiciones en el mercado de futuros. En general, el recorte no cambia nuestra opinión sobre el mercado del petróleo, ya que la OPEP+ está actuando desde una posición de debilidad, no desde una posición de fortaleza", destaca Carsten Menke, director de investigación de Próxima Generación de Julius Baer.
Menke agrega que el recorte anunciado por la OPEP+ "apuntala los precios en el (muy) corto plazo", aunque considera que confirma las expectativas del banco de "un mercado más que suficientemente abastecido". Según su criterio, "los fundamentos apuntan a precios del petróleo en los años 70 a largo plazo", por lo que mantiene su visión "neutral".
Además, "la perspectiva cíclica exige una demanda de petróleo moderada en el mundo occidental, así como en China, ya que el contexto estructural de la transición energética, con el cambio a la movilidad eléctrica, eventualmente erosionará la demanda".
De forma paralela, la producción de petróleo de Estados Unidos continúa creciendo y "debería alcanzar un nuevo récord en 2023", mientras que el mercado se ha ajustado a la visión de que "Rusia se ha convertido en un estado paria".
"La auto sanción, el embargo y el tope de precios han provocado un desvío trascendental de los flujos de petróleo ruso. El comercio de petróleo ruso se ha alejado en gran medida de la esfera de influencia de Occidente, aunque es probable que continúe a gran escala, incluso con precios por encima del tope", añade.
Además, los cuellos de botella comerciales "deberían aliviarse", ya que todos los elementos, desde la logística hasta la financiación, se vuelven más eficientes con el tiempo.
"Con la clara convicción de que los fundamentos del mercado, más que la geopolítica, dictan los precios, vemos que el petróleo se dirige hacia su equilibrio de mercado sostenible en el largo plazo, que ubicamos cerca de 70 dólares por barril", concluye.
GOLDMAN SÍ PREVÉ 95 DÓLARES
No piensan lo mismo desde Goldman Sachs. Sus analistas han elevado 5 dólares su previsión para el precio del petróleo Brent a finales de 2023, hasta 95 dólares por barril, después del inesperado recorte de producción anunciado por la OPEP+.
Los expertos del banco americano también han elevado 3 dólares su previsión para el precio en 2024, hasta 100 dólares por barril.
"La OPEP+ tiene un poder de fijación de precios muy significativo en relación con el pasado, y el recorte sorpresa es coherente con su nueva doctrina de actuar de forma preventiva, porque pueden hacerlo sin pérdidas significativas en la cuota de mercado", han explicado los expertos de Goldman.
Además, asumen que "los recortes de Rusia se extenderían hasta el segundo semestre de 2023", por lo que han reducido su pronóstico de producción para la OPEP+ para fines de 2023 en 1,1 millones de barriles diarios (mb/d)".
OTROS PRONÓSTICOS
Para Naem Aslam, analista de Avatrade, el crudo puede dispararse por encima de los 70 dólares en algún momento, y espera que llegue a tocar los 100 dólares por barril, aunque prevé que, "a medida que se asiente el polvo", el precio del petróleo se vuelva a ubicar entre los 70 y los 80 dólares por barril.
"Los países petroleros seguirán haciendo sonar los tambores de más recortes en el suministro de petróleo si los precios del petróleo caen por debajo de los 70 dólares, e incluso pueden tomar medidas, pero es poco probable que los precios del petróleo se negocien y se mantengana por encima de los 100 dólares por barril hasta que ocurra otro evento tipo 'Cisne Negro'", asegura.
En su opinión, alza de los precios del petróleo responde también a las grandes caídas previas, y Aslam considera que los países productores de petróleo decidieron actuar para revertir esta tendencia, y también movidos por "la preocupación de que la crisis financiera que comenzó cuando colapsó el banco SVB provocaría una gran reacción en cadena que ralentizaría significativamente la economía global".
El recorte de la OPEP+ puede interpretarse también como "un recordatorio para los bajistas que querían bajar aún más los precios del petróleo de que necesitan cambiar su estrategia, porque los países productores de petróleo quieren que los precios del crudo se mantengan cerca de 100 dólares por barril", lo que implica que la organización "seguirá gestionando activamente las ecuaciones de oferta y demanda de los precios del petróleo".
"Una consideración esencial para los especuladores es que el aumento de los precios del petróleo perturba todo el sistema de control de la inflación que los bancos centrales están intentando implementar", destaca.
En ese sentido, "la OPEP+ ha comentado agresivamente sobre el vínculo entre la producción de petróleo y la probabilidad de un desarrollo económico más lento, así como la amenaza de recesión, al afirmar que no tolerarían una mayor disminución de los precios".
LA OPEP, CADA VEZ MÁS CONECTADA CON RUSIA
A nivel geopolítico, la decisión de la OPEP vuelve a poner de nuevo de manifiesto la cada vez más estrecha relación entre Arabia Saudí y Rusia, pese a las presiones de Estados Unidos.
Neil Wilson, analista de Markets.com, comenta que "los saudíes no temen a EEUU. Estamos viendo una refundición de la dinámica regional y global a la luz del Covid y las tensiones entre EEUU y China", con el telón de fondo de la guerra en Ucrania.
"Asistimos a nueva era, como lo demuestra el acuerdo entre Arabia Saudí e Irán negociado por China. Los saudíes están haciendo lo que tienen que hacer y la Casa Blanca ha perdido su influencia, al parecer", añade este experto.
Por su parte, Naem Aslam señala que "el movimiento de Arabia Saudí fue una indicación temprana de que ya no escucharán a los EEUU".