La Comisión Europea ha rechazado el proyecto de gasoducto MidCat entre España y Francia, ya que se debatió hace tiempo y que no es una prioridad para la Unión, al tiempo que ha pedido más datos para evaluar la viabilidad de la iniciativa y ha recalcado que su futuro depende de los países "involucrados". Este lunes, el presidente galo, Emmanuel Macron, también rechazó el proyecto, alegando que las actuales infraestructuras están "infrautilizadas".
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Macron rechaza el MidCat, el proyecto de gasoducto entre España y Francia“No podemos dar una posición específica en este momento, hace falta que los Estados miembros y los promotores avancen en el análisis sobre las posibilidades de viabilidad del proyecto y entonces estaremos en posición de dar nuestra opinión sobre un proyecto preciso”, ha indicado el portavoz de Energía de la Comisión, Tim McPhie, en una rueda de prensa en Bruselas.
Asimismo, McPhie ha subrayado que “cualquier proyecto de infraestructura transfronteriza adicional que conecte la península ibérica con el resto de Europa debe ser analizado por los Estados miembros involucrados y el promotor”.
El portavoz de Energía comunitario también ha recordado que MidCat no forma parte de la lista de Proyectos de Interés Común (PIC) ya que “tanto Francia como España se opusieron” en 2019. "Los reguladores nacionales decidieron que el proyecto no estaba maduro y acordaron suspenderlo a la espera de evaluaciones adicionales", explica McPhie, que también ha señalado que “las infraestructuras de combustibles fósiles ya no son elegibles para la financiación”. “Los que sí podrían recibirla son las infraestructuras para transportar hidrógeno verde”, ha indicado.
Así, Bruselas se pone del lado de Francia en esta disputa después de que Emmanuel Macron rechazase el proyecto este pasado lunes. El presidente galo reconoció que no veía “esencial” el desarrollo de este proyecto, al tiempo que destacó que las actuales infraestructuras estaban “infrautilizadas”, ya los gasoductos de País Vasco y Navarra operan al 53% de su capacidad, y recordó que durante el pasado mes de agosto fue Francia la que estuvo exportando gas a España y no al revés.
En cambio, Macron sí se mostró a favor de “desarrollar las conexiones eléctricas con España” para la exportación de energía producida a partir de fuentes renovables al resto de Europa y anunció un acuerdo de colaboración con Alemania para suministrar gas al país germano y que este, a su vez, les suministre electricidad si así fuese necesario.
"Alemania necesita nuestro gas y nosotros necesitamos la energía del resto de Europa, especialmente de Alemania", señaló el presidente galo, quien también pidió que la Unión considere comprar gas a nivel comunitario en lugar de a nivel nacional, así como medidas para controlar los precios del gas dentro de la intervención de emergencia de Bruselas en el mercado eléctrico. Además, hizo un llamamiento para separar los precios de la energía del gas.
RIBERA: NO HABRÁ PROBLEMA DE ABASTECIMIENTO
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha indicado este martes que España no sufrirá un problema de abastecimiento de gas, pero sí de precios.
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Ribera: España no sufrirá un problema de abastecimiento de gas, pero sí de precios"Si no hay una intervención a nivel europeo, es difícil saber lo que va a ocurrir", ha señalado la ministra en declaraciones a Onda Cero. A diferencia de Alemania, que prepara un plan de contingencia para el invierno mientras importantes personalidades del mundo de la energía avisan que el racionamiento es casi inevitable, Ribera ha subrayado que en España es "prácticamente imposible" que haya un problema de abastecimiento. No obstante, la ministra ha remarcado que lo que sí confirman es que hay que afrontar un problema de precios y cómo hacer que sea lo más asumible por parte de las familias y la industria.
Asimismo, sobre la posibilidad de extender la llamada 'excepción ibérica' a otros países de la Unión, Ribera ha reconocido que "es difícil que funcione en todos los países". "Lo que es curioso es que la 'excepción ibérica' funciona y puede funcionar en más países", ha señalado Ribera, aunque ha reconocido que es posible que "no sea una medida que tenga el mismo efecto en todos los países y por tanto es difícil que sea una medida generalizable".
Por ello, según ha explicado, Bruselas estudia ofrecer "un menú de dos o tres opciones" para que cada país implante la que considere que es su mejor opción. "Creo que, más bien, vamos a ir a una propuesta en la que habrá un menú de dos o tres opciones para que cada uno intente encontrar la mejor solución y que sean razonablemente compatibles entre sí", ha afirmado.