El barril Brent ha rozado este jueves los 120 dólares y el WTI ha escalado por encima de 116 dólares, máximos de todos los tiempos, con subidas respectivas de alrededor del 4%. El crudo sigue disparado ante la amenaza de escasez de suministro en medio de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el 'oro negro' se ha girado a la baja con violencia y ahora registra caídas moderadas, en un escenario de alta volatilidad, con el Brent por debajo de $112 y el West Texas por debajo de $109.
La Casa Blanca está abierta a imponer sanciones a los flujos de petróleo y gas de Rusia, aunque reconoce que ir ahora a por sus exportaciones podría ayudar a Moscú, según señaló este miércoles.
Tras la invasión rusa de Ucrania, EEUU impuso sanciones a las exportaciones de tecnologías a las refinerías rusas y al gasoducto Nord Stream 2, que nunca se ha puesto en marcha. Hasta ahora, no se ha dirigido a las exportaciones de petróleo y gas de Rusia, mientras la administración de Biden sopesa las repercusiones en los mercados mundiales del petróleo y en los precios de la energía en Estados Unidos.
"No tenemos un interés estratégico en reducir el suministro mundial de energía... que podría aumentar los precios de la gasolina para los estadounidenses", dijo este miércoles la portavoz Karine Jean-Pierre en una sesión informativa en la Casa Blanca.
La Administración advirtió de que podría bloquear el petróleo ruso si Moscú intensifica la agresión contra Ucrania. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró ayer a la cadena de televisión 'MSNBC' que "está sobre la mesa, pero tenemos que sopesar todas las consecuencias".
Todo esto después de que los grandes productores de petróleo, OPEP+, decidieran este miércoles mantener un aumento de la producción de 400.000 barriles diarios en marzo a pesar de la subida de los precios, ignorando la crisis de Ucrania durante sus conversaciones y desoyendo las peticiones de los consumidores.