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El petróleo está registrando una gran volatilidad en 2022. Tras haber superado la barrera psicológica de los 100 dólares por barril a principios de 2022, ha estado coqueteando con cifras muy superiores, incluso rozando los 140 dólares de manera puntual. Bajo esta situación, y pese a que el lunes bajó de los 100 dólares, Bank of Amercia prevé picos del crudo que vuelvan a superar esas cotas dentro de un verano “agitado” para el ‘oro negro’.

El mercado del petróleo seguirá agitado hasta el verano”, anticipan estos expertos en su último informe, a la vez que ven una serie de factores que alterarán aún más sus precios a la entrada de la “temporada de conducción de bandera”.

“Dentro de los mercados de productos petrolíferos, los destilados siguen siendo un punto caliente, con grietas de suministro que alcanzan niveles récord mientras los inventarios alcanzan mínimos de 20 años”, señalan los analistas de BofA, que creen que la retroalimentación en muchos mercados del petróleo es bastante extrema, “ya que la capacidad de destilación es escasa”.

Las refinerías, además, están expuestas a los precios récord del gas en todo el mundo, recortando así las producciones. “Los márgenes están aumentando justo cuando se avecinan más sanciones a Rusia, el segundo mayor exportador de combustible. Y mientras las refinerías aumentan el rendimiento de los destilados, las existencias de gasolina podrían caer y preparar el terreno para una mayor volatilidad”, sentencian.

La gasolina está cotizando con el mayor descuento estacional con respecto al gasóleo de calefacción en más de una década, salvo en 2020, una señal que puede dar lugar a un agresivo cambio de rendimiento.

FALTA DE EXISTENCIAS, LIBERACIONES DE LA AIE

Todo esto respecto a los destilados y la gasolina que pueden consumir los usuarios finales, pero es que la cotización de los barriles de petróleo se ha visto salpicada por los bloqueos del coronavirus en China y las liberaciones estratégicas de los gobiernos.

Respecto a esto, la Administración de Joe Biden en Estados Unidos anunció una liberación de hasta 60 millones de barriles de sus reservas para controlar los precios, pidiendo al resto de sus socios que hicieran medidas similares. Poco después, la Agencia Internacional de Energía le siguió los pasos, y especificó hace unos días que pondrá en circulación 120 millones de barriles, contando entre ellos con los de EEUU.

"La AIE avanza con una liberación colectiva de existencias de petróleo de 120 millones de barriles (incluidos 60 millones de barriles aportados por EEUU como parte de su extracción general de su Reserva Estratégica de Petróleo). Próximamente se harán públicos más detalles de las contribuciones específicas", escribió en su perfil oficial de Twitter Fatih Birol, director ejecutivo del organismo.

Este tipo de liberaciones realizadas por el organismo internacional solo se han llevado a cabo en otras cuatro ocasiones: 1991, 2005, 2011 y el 1 de marzo de este año.

Por su lado, en China se han vivido situaciones que han recordado a los inicios de la pandemia. Hace unas semanas se anunciaron los cierres parciales de Shanghai para tratar de controlar el que fue calificado como el peor brote del país desde el inicio de la pandemia. Esto provocó que hubiera ciertos problemas en algunas empresas con sede allí.

Los analistas de Bank of America estiman que la subida de los precios puede haber mermado temporalmente la demanda, aunque los Gobiernos se apresuran a reducir los impuestos de la energía, a conceder subvenciones y, como ya se ha señalado, a liberar las reservas estratégicas.

“Estas medidas sugieren que cualquier caída de la demanda impulsada por los precios podría ser efímera. Y dado que es posible que haya que reponer las existencias, las liberaciones de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) deberían tener un impacto neutro en los precios del petróleo durante 24 meses”, explican.

EL BRENT, EN UNA MEDIA DE 102 DÓLARES

Pese a toda esta situación, mantienen sus previsiones de que el Brent estará en el entorno de los 102 dólares de media por barril a lo largo de este año y el próximo. A la vez, han reducido el precio pico máximo que se pueda alcanzar a lo largo de este verano hasta los 120 dólares por barril.

Además, reiteran los problemas estructurales del mercado del petróleo, que no han cambiado y no puede descartarse un pico mayor por ellos. La capacidad sobrante de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se sigue reduciendo y ahora mismo se sitúa en torno a los 2,5 millones de barriles diarios, “lo que reduce el margen de maniobra para hacer frente a nuevas perturbaciones”.

Por otra parte, “dado que tanto los gobiernos como las entidades comerciales se han apresurado a recurrir a sus inventarios, la relación entre las existencias de crudo y su uso ha descendido al nivel más bajo en décadas, posiblemente en la historia”, concluyen.

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