La última semana de julio ha arrancado en los mercados con un hito histórico en el oro, el activo refugio por excelencia, un movimiento que se había estado anticipando por los expertos dado el reciente calentón en el metal precioso que goza de un “momentum significativo”, según describen las casas de análisis. Varios son los motivos que sustentan un precio que pone los 2.000 dólares en el punto de mira, tras el récord por encima de 1.940 dólares la onza, exactamente las mismas razoes que bombean el rally en otros ‘safe havens’ como el resto de metales (la plata ha más que doblado su valor desde los mínimos de marzo), el franco suizo, el yen e, incluso, el bitcoin. Pero la gran cuestión es saber cuánto se prolongarán las subidas.
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El oro alcanza un hito histórico por la pandemia, el dólar y las tensiones China-EEUU“Todas las piezas encajan en este momento para estos activos”, subrayan los analistas de Julius Baer. “Un dólar estadounidense más débil que se suma a los rendimientos de bonos reales estadounidenses cada vez más negativos, un aumento fuera de control en los casos de coronavirus en EEUU y el resto del mundo y la renovada escalada de tensiones con China”, enumeran. Todo sirve de combustible para que la demanda se haya mantenido en niveles “sin precedentes”, una coyuntura que “podría impulsar los precios a corto plazo”, en un momento en que los rebrotes ya dejan su huella en la recuperación económica que envía signos de verse truncada a corto plazo.
Además, los nuevos casos de Covid-19 interrumpen los suministros de metales a medida que las minas de todo el mundo se ven afectadas por la pandemia, lo que también está bombeado los precios de los metales en general. “Las noticias de que los contagios de coronavirus están repercutiendo cada vez más en los barcos y los servicios de envío son motivo de preocupación”, comentan los economistas de SP Angel. La consultora alerta de que los rebrotes obligan a suspender los envíos e interrumpen los servicios marítimos, situación que se ve agravada por la escalada comercial entre China y EEUU, “retrasando embarques y salidas e interrumpiendo el flujo comercial”, agregan.
LA FED, LOS ESTÍMULOS Y EL DÓLAR
A todo lo anterior añade la gestora que el dólar bajista ofrece “un apoyo adicional al oro”, con el índice que mide el desempeño de la divisa en su nivel más bajo desde junio de 2018, “lo que hace que el oro denominado en dólares sea más barato para los tenedores de otras monedas”. Así, el yen y el franco suizo, considerados valores refugio, han alcanzado máximos de cuatro y cinco meses, respectivamente, ante una moneda estadounidense que cede terreno en la antesala de la reunión de la Reserva Federal de EEUU (Fed), que el mercado espera que allane el camino de cara a una nueva ronda de estímulos que podría llegar en septiembre.
La Fed se reúne el martes y el miércoles después de que los datos del mercado laboral de la semana pasada mostraron que la recuperación del empleo en Estados Unidos se tambalea. No se anticipan anuncios importantes, pero los analistas esperan que los responsables de la política monetaria puedan comenzar a sentar las bases para más acciones en septiembre o el cuarto trimestre. “El 'billete verde' está descontando rápidamente esta previsión del mercado”, señalan desde Melbourne Pepperstone.
El valor de las posiciones cortas en dólares alcanzó su punto más alto en dos años la semana pasada, mientras que el mercado de futuros está fijando tasas negativas en los Estados Unidos el próximo agosto y sin movimiento alcista en los próximos tres años. Aún así, Julius Baer afirma que a medio y largo plazo, “una mejora en el entorno económico debería afectar a la demanda del oro y otros ‘safe havens’, lo que llevaría a los precios a un nivel algo más bajo”. Su pronóstico es que la onza de oro cotice a 1.900 dólares en tres meses y a 1.750 dólares a un año vista.
EL BITCOIN, A PUNTO DE CARAMELO
En cuanto a pronósticos, cada vez cobra más fuerza el de un bitcoin a 15.000 dólares, desde donde dará el salto a los máximos históricos. El llamado ‘oro digital’ se ha correlacionado con los refugios seguros en momentos de estrés de los mercados financieros y su subida de más de un 11% en la última semana, coincidiendo con el rally del oro vuelve a dar razones a los expertos para meter a la creación de Satoshi Nakamoto en el saco de este tipo de valores.
La divisa de cifrado se cambia de manos por encima de 10.700 dólares, aunque desde el análisis técnico hace falta confirmar una rotura de la resistencia en 10.500 dólares para que se ratifique el cambio de tendencia. Pero los expertos apuestan porque se siga beneficiando de la aversión al riesgo que ha impulsado el apetito por los safe havens, por lo que este podría ser el momento del tan esperado ‘rally post-halving’ que se espera desde que se recortó a la mitad la recompensa por bloque minado a mediados de mayo. “Está a punto de caramelo”, señala José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, a modo de colofón.