El hundimiento del yen es una de las noticias que más se repite en los últimos tiempos. Este lunes marcó mínimos desde abril de 1990 frente al dólar, en 160 por dólar, y el mercado se pregunta cuánto más puede caer pero, sobre todo, si las autoridades niponas (entre ellas el Banco de Japón) piensan hacer algo para frenar esta sangría.
La reunión del Banco de Japón (BoJ) del jueves y viernes pasados terminó sin que los responsables de la política monetaria mostraran intención de estabilizar el yen. Además de mantener los tipos sin cambios, la guía tanto para la tasa de política monetaria como para las compras de activos permaneció inalterada.
"Una declaración radicalmente abreviada a dos frases tuvo la intención de dejar al BoJ con total flexibilidad para futuros cambios de política, pero no nos lleva a creer que el endurecimiento de la política se acelerará", dicen los analistas de Julius Baer. "Por lo tanto, el BoJ dejó claro que actualmente no tiene intención de detener la depreciación del yen y deja al Ministerio de Finanzas (MoF) intervenir si las autoridades lo consideran necesario", añade.
Este lunes 'Reuters' publicaba que, tras caer a 160 frente al dólar, el yen se recuperó rápidamente hasta 156,5 y que esto, según fuentes de mercado, se debió a una intervención de las autoridades japonesas. Sin embargo, preguntado al respecto, Masato Kanda, viceministro de Finanzas de Asuntos Internacionales, declinó hacer comentarios.
Desde el banco suizo Julius Baer creen que el BoJ no moverá ficha para estabilizar al yen, y tienen dudas de que lo vayan a hacer el resto de autoridades. Sustentan esta opinión en la idea de que las autoridades niponas prefieren un yen débil.
"Hemos revisado nuestro pronóstico de USD/JPY de 150 a 160 tanto para los horizontes de tres meses como de 12 meses"
"Hay razones para que las autoridades se sientan cómodas con una moneda débil y permitan un yen más frágil. Ayuda a mejorar la competitividad de la industria exportadora, mientras que los riesgos de inflación importadora son limitados debido al actual entorno de desinflación y precios más bajos de las materias primas", escriben los expertos de Julius Baer.
El yen acumula descensos que superan el 10% frente al dólar en lo que va de año. El Banco de Japón finalizó en marzo su política de tipos negativos, elevándolos desde el -0,1% hasta la horquilla del 0,0%/+0,1%. Esto, sin embargo, no ha contribuido a animar al yen dado que el organismo dejó claro que su intención no es comenzar con un ciclo de subidas de tipos. En su reunión de finales de la semana pasada, mantuvo los tipos sin cambios, como se comenta más arriba.
El panorama económico actual en Japón contrasta con la última vez que el Ministerio de Finanzas intervino en septiembre/octubre de 2022, y los responsables de la política monetaria se han mostrado hasta el momento cautos y silenciosos al respecto.
"Dado que el BoJ tiene poca intención de prevenir la debilidad del yen y dada su persistente divergencia de políticas frente a los bancos centrales occidentales, como la Fed de EEUU, vemos menos razones para esperar una recuperación del yen japonés. Otros obstáculos para el yen incluyen una desventaja cíclica en comparación con los EEUU y el hecho de que sus características de refugio seguro se anulen por la vasta divergencia de políticas. Por lo tanto, hemos revisado nuestro pronóstico de USD/JPY de 150 a 160 tanto para los horizontes de tres meses como de 12 meses", concluye Julius Baer.