El petróleo comienza 2024 rodeado de incertidumbre. El 'oro negro' se encuentra atrapado en una espiral de preocupaciones motivada por el conflicto en Oriente Medio, que amenaza con que el suministro de crudo se convierta en un verdadero quebradero de cabeza para el mercado.
Desde finales del año pasado los rebeldes hutíes de Yemén han estado atacando buques en el Mar Rojo, en represalia por los bombardeos de Israel a Gaza.
La inseguridad que viven las embarcaciones ha provocado que las principales compañías navieras dejen de atravesar el Canal de Suez y el Mar Rojo y hayan optado por desviarse a través del sur de África, un viaje más largo y caro con tarifas de flete marítimo que alcanzan los 10.000 dólares por contenedor.
El gigante danés Maersk ha sido el último en anunciar una drástica medida al respecto: detener el tránsito de sus barcos por el Mar Rojo y el Golfo de Adén "hasta nuevo aviso", después de que uno de sus buques fuera atacado por los rebeldes hutíes el pasado fin de semana.
Sin embargo, la tensión ha subido de nivel con la entrada en escena de EEUU e Irán. La Armada de Estados Unidos ha destruido tres barcos de los hutíes, provocando la muerte de 10 militantes.
Y, en un acto de acción-reacción, Irán, que apoya a los rebeldes yemeníes, ha decidido enviar a la zona un buque de guerra, a la vez que ha indicado que periódicamente realizará operaciones en el Mar Rojo para asegurar las rutas marítimas.
Todo ello está provocando volatilidad en el precio del petróleo. El martes, por ejemplo, se disparaba más de un 2% para luego registrar pérdidas superiores al 1% con el temor a una interrupción del suministro en el horizonte. Mientras que el miércoles avanzaba por encima del 3%.
"El mercado básicamente está diciendo 'esperaremos y veremos hasta que suceda algo'. Pero en realidad el problema se está volviendo mucho más serio cada día", explica Helima Croft, jefa de estrategia global de materias primas de RBC Capital Markets.
Para Victoria Scholar, directora de inversiones de Interactive Investor, los precios del petróleo se verán afectados "después de que Irán haya enviado un buque de guerra al Mar Rojo, lo que ha generado preocupaciones sobre las crecientes tensiones y la posibilidad de interrupciones en el suministro".
"Las preocupaciones sobre una escalada en Oriente Medio siguen ejerciendo cierta influencia sobre el crudo a medida que nos adentramos en el nuevo año", añade Neil Wilson, responsable de análisis de Markets.com.
En este sentido, después de que Israel haya matado al número dos de Hamás (Saleh al-Arouri) durante un bombardeo con dron, "podría aumentar el calado del conflicto a pesar del llamamiento internacional para evitar una escalada de tensión", subrayan los expertos de Renta 4. Ante el suceso, Hamás ha anunciado que la muerte de uno de sus líderes "no quedará impune".
Con todo, y a pesar de que los operadores no están convencidos de que haya una interrupción importante, "cualquier escalada del conflicto en esta región sin duda agregará más prima de riesgo al Brent", advierte Neil Beveridge, analista sénior de energía de Bernstein.
"No hemos visto las incursiones navales iraníes antes. Y mientras realmente no conduzca a ninguna escalada, entonces realmente no veo ningún impacto significativo a este nivel", asevera el experto.
Ante este escenario tan complicado, la OPEP y los países productores de petróleo han prometido permanecer unidos para respaldar los precios.
"A principios de 2024, la Secretaría de la OPEP, en consulta con los países miembros de la OPEP y los países productores no pertenecientes a la OPEP que participan en la DoC, reafirma el pleno compromiso de los países que participan en la DoC con la unidad y la cohesión, así como sus esfuerzos continuos e inquebrantables para mantener la estabilidad del mercado del petróleo en el futuro a través de la Declaración de Cooperación", indica el comunicado.
Sin embargo, los operadores se han mostrado escépticos ante esta promesa, ya que es voluntaria y la OPEP ha tenido problemas para mantener un frente unido. Los recortes voluntarios han hecho poco para respaldar los precios, puesto que Estados Unidos bombea crudo a un ritmo récord y la demanda se debilita en China.