La onza de oro estira su rally este miércoles y cotiza en 2.023,52 dólares, después de que el martes haya alcanzado los 2.000 dólares, primer objetivo de la carrera alcista que el metal precioso lleva meses protagonizando y que lo ha elevado un 33% en lo que va de año. Los analistas hablan de la explosión en Beirut, que ha dejado 73 muertos este martes y ha herido a miles de personas, como el catalizador de las últimas subidas y apuestan a que prosiga hasta 2.100 o 2.300 dólares la onza en el corto plazo.
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El oro, en subida libre absoluta, pulveriza los $2000Son las previsiones de bancos de inversión como Mizuho, Deutsche Bank y Goldman Sachs, que también destacan la plata como una buena inversión, que podría acabar por eclipsar al oro. La onza de plata sube un 0,61%, hasta los 26,022 dólares.
En definitiva, ambos metales lo tienen todo a favor para proseguir con su escalada, aseguran estas firmas. “La inmensa incertidumbre que viven los mercados financieros, entre los brotes de coronavirus y la ralentización de la recuperación económica, el prolongado debate en el Congreso estadounidense sobre el paquete de estímulos fiscales y las amenazas a un acuerdo comercial entre EEUU y China, son un caldo de cultivo para los activos refugio, en que el metal precioso se lleva la palma”, comenta Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank. “Y la catástrofe en la capital del Líbano sólo ha añadido más leña al fuego”, conviene.
Hasta ahora, “no hemos visto mucha toma de beneficios en el reciente impulso, será interesante observar cómo se comportan los inversores por encima de la marca de 2.000 dólares”, prosigue el analista. O veremos un sólido apoyo en este nivel, ofreciendo una nueva base para un mayor avance a medida que los inversores aumenten las coberturas contra los crecientes riesgos de inflación global en medio de estímulos monetarios y fiscales masivos, o una fuerte corrección a la baja si los operadores especulativos consideran que hay poco potencial dejado por más ganancias”, explica Ozkardeskaya
Precisamente, la respuesta de los gobiernos y los bancos centrales a la desaceleración del crecimiento con grandes cantidades de apoyo “incrementará el refugio como depósito de riqueza a medida que los inversores enfrentan la posibilidad de una larga recuperación global y la degradación de las monedas fiduciarias”, comentan desde Goldman Sachs, por lo que la ven potencial de subidas hasta 2.300 dólares.