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Alberto Iglesias, gestor de GVC Gaesco GestiónGVC Gaesco

La libra se hunde, el euro remonta y el dólar cae. La libra repunta, el euro cae y el dólar remonta. Estas podrían ser las crónicas de dos jornadas consecutivas en el contexto actual. Altibajos y fluctuaciones difíciles de recordar en un periodo de tiempo tan corto como 24 horas. La crisis sanitaria del Covid-19 también afecta al mercado de las divisas, y es que los repentinos cambios de guión en aspectos tan diversos como la situación política, las relaciones comerciales, el endeudamiento o las políticas fiscales y monetarias se están produciendo en tiempo récord.

Esta volatilidad de las divisas está obedeciendo a las distintas actuaciones que están realizando tanto los bancos centrales como los gobiernos para mantener a flote las distintas economías. Y es que, en el escenario real actual, los principales países del mundo están aplicando unas políticas fiscales y monetarias ultra expansivas. Ello conlleva acercar los tipos de interés al 0% y una fuerte inyección monetaria por parte de los bancos centrales, lo que implica también depreciar una moneda respecto a otras que no estuviesen haciendo dichas políticas.

En las próximas semanas, es muy posible que la volatilidad en las distintas divisas, como EUR/USD/GBP/JPY, siga siendo alta. Pero no hay ninguna tendencia clara, ya que esto es una crisis sanitaria global y es difícil predecir cuál será el impacto económico y qué país será el más afectado por esta parálisis económica inducida.

En base a este contexto, puede preverse que habrá importantes diferenciales de deuda entre unos países y otros. Incluso, en la propia Unión Europea, habrá países más afectados que otros, y con grandes diferenciales de déficit, algo que hará replantearse los objetivos de deuda. Y esta situación podría debilitar el euro respecto a otras monedas.

No nos encontramos ante un momento de clara tendencia al alza por parte de una divisa determinada, ya que el impacto del Covid-19 está repercutiendo en prácticamente todas las economías avanzadas del planeta. En mi opinión, el único patrón o tendencia que están siguiendo las divisas obedece más a la percepción de los inversores acerca de cuál es la mejor actuación gubernamental-monetaria para tener el menor impacto económico posible.

Ante esta situación, los movimientos de las divisas atienden más a lo que consideran los inversores como activo refugio que a los aspectos antes mencionados. Históricamente, ante situaciones extremas, el dólar ha actuado como activo refugio. Sin embargo, en estos momentos y cuando se incremente fuertemente el número de infectados en EEUU, me cuesta creer que esta reacción hacia el dólar se repita.

Durante los últimos meses, ya habíamos observado grandes oscilaciones, debido, principalmente, al proteccionismo y a la subida de aranceles, algo que impacta negativamente en las importaciones y que deprecia también la moneda. Pero, sin ninguna duda, las condiciones actuales han incrementado el terremoto en las cotizaciones de las divisas a niveles impensables en la escala de Richter.

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