- A medida que los grandes productores recortan la producción, las perforadoras estadounidenses incrementan su actividad
El petróleo cae un 0,5% este lunes (barril Brent: -0,36%. 55,29 dólares; barril West Texas: -0,81%. 52,79 dólares) a medida que los signos de una fuerte recuperación en la actividad de perforación en Estados Unidos eclipsan las noticias de que los productores de la OPEP y nos no-OPEP están cumpliendo con el recorte acordado a finales del año pasado. No obstante, el precio del crudo ha llegado a caer más de un 1%.
La producción de petróleo de los Estados Unidos ha aumentado más del 6% desde mediados de 2016
Los ministros que representan a miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y productores no pertenecientes a la OPEP dijeron en una reunión mantenida este domingo que, de los 1,8 millones que se planeaban reducir por día (1,2 millones por parte de los miembros de la OPEP y 600.000 por parte de los productores no-OPEP), ya se han retirado 1,5 millones.
"Mucho de esto (recorte) ya está en el precio mientras que en Estados Unidos la producción cobra ritmo", señala en Reuters Carsten Fritsche, analista de commodities de Commerzbank en Frankfurt.
Los perforadores estadounidenses añadieron el mayor número de plataformas en casi cuatro años la semana pasada, según mostraron los datos de la firma de servicios energéticos Baker Hughes este viernes. Esto amplía la recuperación de la perforación a ocho meses y está apoyando las señales de que la producción de los Estados Unidos seguirá aumentando fuertemente al mismo tiempo que los otros grandes productores recortan la producción.
Baker Hughes explicó que 35 nuevas plataformas se activaron la semana pasada, alimentando los temores de un aumento significativo en la producción estadounidense que compensaría la reducción de la OPEP.
La producción de petróleo de los Estados Unidos ha aumentado más del 6% desde mediados de 2016, aunque se mantiene un 7% por debajo del máximo histórico que se vio en 2015. Los niveles actuales se corresponden a los de finales de 2014, cuando la fuerte producción estadounidense contribuyó a la caída de los precios del petróleo.