La demanda mundial de gas natural está aumentando a un ritmo más fuerte en 2024 que en los dos años anteriores, que se vieron muy afectados por la crisis energética mundial. Ante este escenario, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), prevé que la demanda mundial de gas aumente más del 2,5% en 2024 y que se alcance un crecimiento similar en 2025.
Así se desprende de la última edición del Informe anual sobre seguridad del gas mundial que elabora el organismo y que indica que los mercados de rápido crecimiento de Asia son responsables de gran parte de este aumento, mientras que el repunte de la demanda de gas industrial en Europa también contribuye, aunque sigue estando muy por debajo de sus niveles anteriores a la crisis.
"El crecimiento que estamos viendo en la demanda mundial de gas este año y el próximo refleja la recuperación gradual de una crisis energética mundial que golpeó duramente a los mercados", ha dicho el director de Mercados y Seguridad Energética de la AIE, Keisuke Sadamori.
"Pero el equilibrio entre las tendencias de la demanda y la oferta es frágil, con claros riesgos de volatilidad futura. Los productores y los consumidores deben trabajar juntos de cerca para navegar en estos tiempos inciertos, teniendo en cuenta la necesidad de avanzar en las transiciones hacia energías limpias para garantizar un futuro seguro y sostenible", ha añadido.
El informe concluye que los mercados siguen siendo sensibles a los cambios inesperados en la oferta y la demanda. El papel del GNL en el comercio mundial del gas ha crecido desde el inicio de la crisis energética mundial y es probable que desempeñe un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio entre la oferta y la demanda a nivel mundial. Las restricciones en el Canal de Panamá y el Mar Rojo siguen afectando al transporte marítimo, pero hasta ahora no han provocado una disminución de la oferta de GNL.
Sin embargo, destacan las posibles vulnerabilidades del comercio de GNL en un mercado mundial del gas cada vez más interconectado. La situación puede cambiar en 2025, cuando se prevé que el crecimiento de la oferta de GNL se acelere hasta cerca del 6% a medida que entren en funcionamiento varios grandes proyectos de GNL, principalmente en la segunda mitad del año. América del Norte representará la gran mayoría de la nueva capacidad, mientras que los nuevos volúmenes de África y Asia también contribuirán.
Una de las principales incertidumbres de cara al invierno boreal de 2024-25 es el tránsito del gas ruso a través de Ucrania, ya que los contratos vigentes expirarán a fines de 2024. Esto podría significar el fin de todos los suministros de gas por tuberías a Europa desde Rusia a través de Ucrania.
A su vez, esto requeriría mayores importaciones de GNL a Europa en 2025 y, en consecuencia, conduciría a un equilibrio global de gas más ajustado que si continuara el tránsito a través de Ucrania.
Para abordar algunos de estos desafíos, la AIE recomienda que se mejoren los mecanismos de flexibilidad a lo largo de las cadenas de valor del gas y el GNL mejorando la liquidez del mercado global de GNL, integrando el sistema de almacenamiento de gas ucraniano en el mercado global de gas y considerando posibles marcos para mecanismos voluntarios de reserva de gas.
