El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha reclamado este miércoles ante el pleno del Parlamento Europeo "no traicionar" a los británicos que en manifestaciones y recogidas de firma piden frenar el Brexit, al tiempo que ha apuntado de nuevo la posibilidad de acordar una prórroga larga que permita retrasar a largo plazo la salida de Reino Unido.
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Al inicio de un debate en Estrasburgo (Francia), Tusk ha criticado a los eurodiputados que cierran la puerta a la posibilidad de una prórroga larga porque pasaría por la celebración de las elecciones europeas de mayo también en Reino Unido y, por tanto, que hubiera de nuevo eurodiputados británicos al menos al inicio de la próxima legislatura.
"Pensar así es inaceptable. No podéis traicionar a seis millones de personas que han firmado una petición para revocar el artículo 50 (que activó el Brexit), ni al millón y medio de personas que se manifestaron para pedir un nuevo voto, ni a la mayoría creciente que quiere permanecer en la UE", ha censurado Tusk.
El presidente del Consejo europeo ha advertido de que estas personas pueden sentir que el Parlamento británico no les representa, pero que "deben sentir que están representados por ustedes en esta Cámara, porque son europeos".
Los líderes de la Unión Europea a 27 aceptaron en su última cumbre dar dos semanas más a Reino Unido, hasta el próximo 12 de abril, para aclarar el modo en que quiere afrontar el Brexit, si con un acuerdo que permita una desconexión ordenada o bien con una ruptura traumática sin reglas acordadas.
Reino Unido tiene aún abierta la posibilidad de una prórroga corta (hasta el 22 de mayo) para conducir una salida consensuada, pero este escenario está condicionado a que la Cámara de los Comunes apruebe esta semana el Tratado de Retirada, algo poco probable.
Por ello, Tusk cree que el 12 de abril es "la nueva fecha del precipicio". Para entonces, Londres tendrá que haber comunicado al bloque europeo cuál quiere que sean los pasos a seguir: bien una ruptura traumática ese 12 de abril, bien fijando una prórroga a largo plazo, que inevitablemente deberá pasar por la convocatoria también en Reino Unido de las elecciones europeas de mayo.