El Ejército ruso se prepara para una nueva ofensiva en territorio Ucraniano, ya que las intenciones del presidente del país, Vladimir Putin, pasan por recrudecer los ataques a pesar del terreno perdido en los últimos meses, y contempla una guerra que durará varios años, según una información de 'Bloomberg' que cita a fuentes cercanas a la materia.
Además, según las mismas fuentes, el presidente ruso prepara también una batería de medidas para contrarrestar las sanciones impuestas contra el país, y espera mantener el conflicto con Estados Unidos y el resto de potencias occidentales que han apoyado a Ucrania desde que comenzó la invasión.
La nueva ofensiva podría comenzar entre febrero y marzo, ya que el objetivo de Rusia es llevarla a cabo lo antes posible para anticiparse al envío de tanques de batalla a Ucrania desde Estados Unidos y Europa.
"Putin está decepcionado por cómo van las cosas, pero no está listo para abandonar sus objetivos. Simplemente significa que la ruta será más larga, más sangrienta y peor para todos", ha destacado Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R.Politik, en declaraciones recogidas por 'Bloomberg'.
De cara al largo plazo, Putin aprobó un plan para expandir las filas de sus Fuerzas Armadas en un 50%, y además planea desplegarlas cerca de Finlandia, que está en proceso de unirse a la OTAN, y en las regiones ocupadas de Ucrania.
“Hasta ahora, los resultados han sido espantosos porque Rusia no estaba del todo preparada. Se transformó en una guerra prolongada y Rusia aún no tiene suficiente mano de obra o equipo para librarla”, ha asegurado el analista Sergei Markov.