A dos días de las elecciones griegas, el economista Santiago Niño Becerra ha vuelto a recordar cuál es la situación en la que se encuentra el país ante esta cita. Así, considera que Grecia ha llegado a esta situación de crisis y elevadísimo endeudamiento “porque durante años el resto del mundo le prestó sin preguntar y sin verificar si eran ciertos los números que presentaba”.
“En los 80 se aprendió en Latinoamérica que la deuda es negocio, mejor dicho: los intereses que la deuda genera”, explica el economista. Por este motivo, considera que los acreedores han decidido seguir adelante a pesar de que “Grecia ya está quebrada”, por lo que resta importancia a “las afirmaciones del tipo de que una quita llevaría a Grecia a la quiebra”.
“Lo que sucede es que sus acreedores se lo toleran y permiten a fin de que siga pagando intereses y a fin de que no se líe una gorda en el resto de los PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) con posible contagio en otras economías mundiales”, opina Niño Becerra. “¿Se imaginan que Grecia dijese: ‘Acreedores, tomen nota: no voy a pagar’?”, pregunta.
"¿Se imaginan que Grecia dijese: ‘Acreedores, tomen nota: no voy a pagar’?"
Para este economista, la pregunta no es si este país puede pagar su deuda, sino que “la pregunta, extrapolable a otras economías, por ejemplo a la española, es: ¿cuánto puede pagar Grecia?”. Asimismo, considera que lo que está ocurriendo en este país es “otro experimento: el de la quita a un país considerado desarrollado, miembro de la UE y de la OTAN y partícipe del euro”.
Tras las elecciones del domingo, “gane o no gane Syriza”, cree que “se va a poner en marcha, sí o sí, un proceso de ‘reestructuración’ de la deuda griega por una razón simple: porque no puede pagar lo que debe”. En cuanto a los efectos para la población, aunque “la ciudadanía se va a poner muy contenta”, reconoce que “aquel estándar de vida que las griegas y los griegos tenían en el 2006 se ha ido para no volver jamás porque las condiciones que lo posibilitaron no van a repetirse”.
Para Niño Becerra, lo que está sucediendo en Grecia es una lección sobre la que “el resto de los PIIGS, cada uno a su nivel, deben tomar nota (si es que no lo han hecho ya)”.
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