Las conversaciones comerciales entre China y EEUU que se han desarrollado durante los últimos 18 meses sólo han dado como resultado un toma y daca arancelario que ha ralentizado el crecimiento global. Pero la nueva ronda que arrancará en octubre mantiene la esperanza de que se llegue a un acuerdo y los líderes mundiales así lo expresan. Es el caso de la canciller alemana, Angela Merkel.
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Merkel dijo el viernes que los problemas comerciales afectan a todo el mundo y espera que se resuelvan pronto. La canciller hizo los comentarios al inicio de las conversaciones formales con el primer ministro chino, Li Keqiang, en el Gran Salón del Pueblo de Beijing durante un viaje de dos días a China.
"Esperamos que haya una solución en la disputa comercial con Estados Unidos, ya que afecta a todos" en el mundo, dijo Merkel a Li.
La economía de Alemania se contrajo debido a exportaciones más débiles en el segundo trimestre y los economistas avisan que enfrenta una recesión, ya que las empresas alemanas se vieron atrapadas en el fuego cruzado de una guerra comercial entre Estados Unidos y China.
El Ministerio de Comercio de China confirmó que ambos países mantuvieron una conversación telefónica el jueves y acordaron reunirse a principios de octubre en Washington. Esto marcaría la decimotercera ronda de negociaciones comerciales, después de que Washington y Pekín hayan aplicado aranceles a miles de millones de dólares en bienes de ambas partes.
Merkel ha impulsado un acuerdo de inversión europeo con Beijing, incluso cuando Washington ha recurrido a oleadas de aranceles para contrarrestar lo que dice que son prácticas comerciales injustas de China. Los aliados europeos de Estados Unidos, incluida Alemania, comparten en gran medida sus críticas a China, pero no la elección de aranceles de Trump para resolver los problemas.
Alemania, que intercambió casi 100 mil millones de euros en bienes con China en la primera mitad de 2019, ocupa la presidencia rotativa de la UE en 2020, cuando Merkel está planeando una cumbre UE-China con miras a lograr una postura europea común hacia la segunda economía más grande del mundo.
