- La importancia del lenguaje adecuado, ni muy coloquial ni demasiado formal
- Las publicaciones deben apuntar a algún objetivo
Las redes sociales se han convertido en uno de los mayores escaparates para las empresas. Estas plataformas ofrecen visibilidad y nuevas vías para llegar a consumidores potenciales. Pero hay que tener cuidado porque si no se usan de forma correcta pueden llegar a convertirse en una arma de doble filo que perjudica la imagen y la actividad de la firma.
Por este motivo, existen multitud de estudios y estrategias para dar el salto a redes como Twitter y Facebook sin que la empresa se exponga a graves riesgos. La compañía Emprenderalia ha recopilado en una lista los seis errores más habituales para que los empresarios que dan el salto al entorno digital sepan que no deben hacer.
1- Utilizar un lenguaje demasiado informal:
Este tipo de lenguaje es verdad que aporta cercanía, pero hay que tener cuidado para no pasar la línea de la confianza. Hay mil maneras de seguir utilizando un lenguaje profesional sin recurrir a términos demasiado técnicos ni, por el contrario, demasiado coloquiales.
Los seguidores de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter buscan algo en las páginas a las que se vinculas
2- Errores ortográficos:
Hay que transmitir seriedad y para ello hay que evitar a toda costa cometer errores ortográficos. Hay mecanismos para evitar y prevenir este tipo de incidentes, como son los correctores ortográfico o las plantillas y editores de texto, que vienen equipados con programas similares.
3- Publicar mensajes que no responden a un objetivo:
Los gestores de las redes sociales deben tener claro que con las publicaciones se busca algo contrato. Publicar por publicar no atrae a los consumidores, por lo que hay que tratar de construir un mensaje atractivo dirigido al público objetivo.
4- No prestar atención a los seguidores:
Los seguidores de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter buscan algo en las páginas a las que se vinculas. Estos portales ofrecen información o contenido que simplemente resulta interesante. No hacer las suficientes actualizaciones supone dejar en el olvido a estos usuarios. Aunque tampoco hay que pecar de lo contrario, ya que realizar demasiadas publicaciones espanta a los usuarios.
Es importante que los seguidores sientan que son algo único de cara a la empresa
5- No adaptarse a las redes sociales:
Facebook, Twitter, Instagram... Son rede sociales distintas, por lo que su naturaleza es diferente. Hay que adaptar el contenido a cada plataforma para evitar que una publicación pueda quedar fuera de contexto o no se entienda de la mejor manera posible.
6- Demasiada mecanización:
La mecanización en las publicaciones lleva a que se enfríe el tono del mensaje. Muchos usuarios buscan una respuesta personalizada o una atención cercana, mientras que el exceso de rutina a la hora de redactar mensajes conlleva la despersonalización del receptor. Es importante que los seguidores sientan que son algo único de cara a la empresa, y no simplemente clientes potenciales que pertenecen a una masa homogénea.
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