Los países que integran la Unión Europea están discutiendo limitar el precio del crudo ruso a 60 dólares por barril, con el objetivo de que el acuerdo sea aceptado por la mayor cantidad posible de países, según una información de Bloomberg elaborada con fuentes cercanas a la negociación.
El diálogo en el seno de la UE sobre el nivel al que limitar el crudo ruso se ha ralentizado desde la semana pasada. Polonia y las naciones bálticas han exigido un precio que ejerza una mayor presión sobre los ingresos de Moscú, ya que consideran que las propuestas actuales, que han llegado a los 62 dólares, son demasiado generosas. Grecia y otros países de se han mostrado favorables a establecer un precio más elevado.
Las mismas fuentes aseguran que la mayoría de países estaría dispuesta a aceptar el tope de 60 dólares si se combina con otras medidas complementarias. Polonia y los países bálticos han pedido en paralelo un progreso más firme en un nuevo paquete de sanciones de la UE.
Los embajadores de la UE se han reunido este miércoles, aunque el tope no se incluía entre los temas de agenda.
Cualquier acuerdo sobre la materia en el seno de la UE requeriría el apoyo de todos los Estados miembro, así como el respaldo de los países que integran el G7.