- El juez Andreu quiere dilucidar el concepto por el que se emitieron y usaron las tarjetas opacas
- Considera que no se trataba de una tarjeta de empresa sino de una 'remuneración irregular'
- También tendrán que declarar como testigos cinco directivos que no las usaron
La Audiencia Nacional ha imputado a los 78 usuarios de las 'tarjetas black' de Caja Madrid por administración desleal y apropiación indebida por hacer uso ilimitado de las mismas. Además, el juez Andreu también ha citado como testigos a cinco consejeros que no utilizaron este medio de pago y al expresidente de Caja Madrid Jaime Terceiro.
La decisión de la Audiencia Nacional llega tras la sentencia del Supremo que avaló en otro proceso igualar a apropiación indebida el uso sin control de las tarjetas de empresa por parte de los trabajadores. El juez Andreu imputa a los 78 titulares de las tarjetas investigadas aunque por ahora solo les cita como imputados por un delito de administración desleal o apropiación indebida entre el 16 y 18 de febrero.
El auto explica que lo fundamental es dilucidar el concepto por el que se emitieron y entregaron las tarjetas
En el auto al que ha tenido acceso Bolsamanía, el juez Andreu explica que lo fundamental es dilucidar el concepto por el que se emitieron y entregaron las tarjetas de crédito, tanto a los consejeros como a los directivos. El magistrado considera que en este momento procesal existen serias dudas sobre el carácter de los gastos originados por esas tarjetas. De esta manera, la Audiencia verificará si los plásticos se emitieron como gastos de representación o como complemento de retribución, supuestos que definirían los delitos de administración desleal o apropiación indebida.
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EL USO DE LAS TARJETAS, "REMUNERACIÓN IRREGULAR"
El juez hace constar en el auto que si se trataba de una tarjeta de empresa para hacer frente a los gastos de representación, no existe soporte contractual, ni previsión estatutaria, ni decisión de los órganos de gobierno en tal sentido y recuerda que además se terminaron entregando este tipo de tarjetas a consejeros y directivos con unos fines completamente distintos a los previstos en los gastos de representación, "convirtiendo su entrega en una remuneración irregular, de forma que con un limite mensual según el cargo que ocupase su beneficiario, se podía disponer de su saldo libremente, sin necesidad de justificar el concepto por el que se disponía de cada tarjeta, y todo ello teniendo en cuenta que, según se informa por Bankia, junto a estas tarjetas, los consejeros o ejecutivos disponían de otra tarjeta de empresa".
Los fines de las tarjetas eran completamente distintos a los previstos en los gastos de representación
Por estos motivos, el juez Andreu muestra serias dudas de que se trataran de tarjetas de empresa. Además, tampoco entiende por qué algunos de los beneficiarios nunca las utilizaron atendiendo al hecho de que fueran tratadas como remuneración "o el por qué la mayoría de los usuarios no llegaba a agotar el saldo de las que eran beneficiarios, saldo que no se traspasaba a dicho beneficiario, sino que quedaba en la entidad emisora de la tarjeta, haciendo así una dejación incomprensible de una retribución a la que al menos los directivos, tendrían derecho".
LOS DIRECTIVOS QUE NO USARON LAS TARJETAS OPACAS
A pesar de la imputación de la plana mayor del consejo de Caja Madrid en la etapa de Miguel Blesa, hubo tres nombres que no gastaron ni un céntimo con las tarjetas opacas que la entidad puso a su disposición. Se trata de Félix Manuel Sánchez Acal, consejero de Caja Madrid de UGT, Íñigo María Aldaz, presidente de Caja Madrid Seguros Generales, y Esteban Tejera, actual director general de Mapfre.
Además, José María García Alonso, aunque sí usó su tarjeta, sólo disfrutó de 1.100 euros en 2003 pero para gastos de representación.
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