• Para los viajes en avión, será obligatorio optar por la clase más económica
  • Los coches que compró Papandreu entre 2009 y 2011 serán vendidos
Yanis Varoufakis, Grecia

La imagen del ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis en su moto y sin corbata no será la única. El Gobierno de Alexis Tsipras se moverá en transporte público o en sus propios vehículos. El nuevo Ejecutivo de Grecia ha anunciado que venderá todos los vehículos con los que cuenta el Estado y además obligará a sus miembros a viajar en la clase más económica cuando se trate de desplazamientos en avión.

El nuevo Gobierno de Tsipras venderá el parque adquirido por Papandreu

La decisión de acabar con los coches oficiales llega de la mano del nuevo presidente, Alexis Tsipras, quien ha calificado los vehículos oficiales como "innecesarios y costosos" en una reunión con su gabinete. De esta manera, el nuevo Ejecutivo aparcará el el extenso y parque automotor acumulado entre 2009 y 2011 por el entonces líder del Gobierno socialista Yorgos Papandreu.

Según fuentes del periódico 'International Business Times', parte de estos coches se venderá. Aunque la medida no proporciona un ahorro suficiente para resolver el problema de la deuda griega, puede tener una gran repercusión en la sociedad del país.

La moto del ministro de finanzas Yanis Voroufakis

ADIÓS A 'LA PROTECCIÓN OFICIAL'

"Los ministros no necesitan vehículos oficiales del Estado", aseguró el viceministro de Reforma Administrativa, Georgios Katrougalos, en un comentario concedido al diario griego 'To Vima'. El responsable señaló que él mismo utilizará su coche particular al igual que Varoufakis utiliza su moto.

En cuanto a la protección policial de los miembros del Gobierno, Katrougalos ironiza: "¿Por qué necesito protección policial? Cuando me dé cuenta de que alguien quiere dispararme un yogur, me aparto de inmediato".

Lee además:

Las primeras medidas de Tsipras en Grecia: elimina ministerios y subirá el salario mínimo

Cumplir el programa electoral de Syriza costaría 1.000 euros por habitante

El peligroso juego que prepara Alemania para frenar a Grecia



contador