Beltrán de la Lastra ha aprovechado su “primer día de trabajo como director de inversiones” en Bestinver para remitir una carta a sus inversores con la que presentarse y “agradecer su confianza” en la firma y en “los valores que representa”.
Destaca que “a lo largo de los años” ha aprendido que “lo más importante es la relación entre el inversor y su gestor”. En este sentido, afirma tajante que su obligación principal es “poner los intereses del participe por delante de cualquier otro desde el primer hasta el último día en cada una de mis acciones y las de mi equipo”.
Así, en la misiva explica que su modelo de gestión se basa “en la búsqueda prudente de oportunidades de inversión en compañías cuyo valor intrínseco no esté reflejado en el precio y en alinear los riesgos de las carteras con los retornos esperados a largo plazo”.
En este sentido, recuerda que el “equipo de gestión es sólido, con experiencia contrastada y ha demostrado tener ideas claras sobre cómo ofrecer soluciones de inversión adecuadas al inversor”. Y subraya que “las carteras actuales, construidas por el anterior equipo gestor, mantienen un potencial de revalorización atractivo por lo que no sorprenderá que nuestras decisiones de inversión estén encaminadas a ofrecer continuidad a los inversores de Bestinver”.
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— María Gómez (@MariaGomezBolsa) noviembre 4, 2014
CONTEXTO Y OPORTUNIDADES
Beltrán de la Lastra señala que “el entorno económico de los últimos años ha sido difícil y en este contexto hay un buen número de compañías que han mejorado significativamente la solidez de sus balances, optimizado su operativa y diversificado sus ingresos a través de una mejor planificación estratégica. Es aquí donde encontramos mejores oportunidades para invertir en compañías con buen margen de seguridad con respecto a su valor intrínseco, fundamentalmente en compañías europeas”.
Sin embargo, añade, “debemos recordar que en los últimos años la oscilación en las cotizaciones han sido menores en relación a su media histórica. Pensamos que hay que estar preparados para que la volatilidad se normalice en un nivel superior al actual dado los riesgos geopolíticos, las expectativas de un mercado que descuenta cierta recuperación con lo que cualquier retraso generaría incertidumbre y las diferencias de políticas adoptadas por los principales bancos centrales. Este entorno nos permite aprovechar las ineficiencias a corto plazo para seguir creando valor y así poder alcanzar los objetivos de rentabilidad en el largo plazo”.
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