La Comisión Europea ha abierto un procedimiento de déficit excesivo para siete estados miembros de la Unión Europea (UE), que tendrán que acordar planes de ajuste fiscal a medio plazo y cumplirlos bajo amenaza de multas. Entre ellos, está Francia y Bélgica. El primero, se enfrenta a elecciones anticipadas y el segundo, está iniciando negociaciones para la formación de gobierno.
El Ibex 35 cae de forma destacada este viernes (-1,15%, 11.032 puntos), en la despedida de una semana bursátil en la que acumulaba alzas del 1,5% hasta esta jornada. El índice empezó el lunes por debajo de los 11.000 puntos pero logró recuperar ese nivel psicológico el martes y, este jueves, consiguió cerrar por encima de su resistencia más inmediata de corto plazo. Finalmente, el selectivo ha conseguido no perder los 11.000 enteros a pesar de haber sido lastrado por los bancos y cierra la semana con un avance del 0,36%.
Los PMI preliminares de junio refuerzan que existen incertidumbres en torno al momento y la fuerza del repunte cíclico de la eurozona este año y confirman que los servicios siguen siendo el único motor de la recuperación por ahora.
La historia y evolución del apalancamiento financiero se puede estudiar en tres pasos. Los bonos de alto rendimiento (o “bonos basura”) fueron el primer paso. Eso terminó en 1990 cuando Michael Milken, el padrino de este tipo de deuda, fue enviado a prisión por fraude y perseguido posteriormente por su falta de ética en la creación de deuda de empresas. En el segundo paso, el crecimiento del capital privado, “Private Equity (PE)”, fue financiado tanto con bonos basura como con préstamos apalancados, que exigen que las empresas paguen un tipo de interés variable en lugar de los cupones fijos de la mayoría de los bonos. Los inversores en crédito privado están realizando ahora el tercer paso. Desde 2020, estas empresas, que a menudo también gestionan fondos de PE, han invertido más de 1 billón de dólares. Cuando los tipos de interés subieron en 2022 y los bancos dejaron de otorgar nuevos préstamos, el crédito privado se convirtió en la única opción disponible y sobre todo la más rentable.