La presión vendedora que la libra lleva sufriendo desde inicios de la semana pasada ha mostrado este martes signos de disminuir después de que Theresa May, en su un último intento para aprobar el Brexit, se haya abierto a un segundo referéndum. De hecho, la moneda, que no dejaba de estirar sus mínimos de cuatro meses y ha tocado 1,2685 dólares este martes (precios no vistos desde el 15 de enero) se ha dado la vuelta y aunque con ligeros avances (+0,06%) ha superado el 1,27 dólares.
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Antes de esto, la moneda encadenaba siete sesiones de caídas en medio de los crecientes temores de que el Brexit adopte el peor desenlace posible. Desde el 13 de marzo, ha perdido cerca de un 2,5% de su valor y se ha precipitado desde precios por encima de los 1,31 dólares. Frente al euro, la moneda sigue depreciándose hasta el cambio de 0,8787 libras, con el objetivo fijado en las 0,88 libras por euro.
"Los inversores están buscando minimizar su exposición a la divisa británica", señala Neil Wilson, analista de Markets.com. Este martes, la primera ministra británica, Theresa May, debe convencer a su gabinete para que respalde una nueva versión de su acuerdo de retirada de la Unión Europea (UE). El escepticismo en torno a que logre el respaldo se sus ministros es absoluto, señalan varios expertos, por lo que la incertidumbre está castigando a la libra.
La desconfianza de que el divorcio acabe bien ha vuelto a incrementarse en las recientes jornadas a causa de la ruptura de las conversaciones entre tories y laboristas para lograr su apoyo en el Parlamento. La premier quiere llevar su tres veces rechazada propuesta ante la Cámara de los Comunes a principios de junio, cuando es muy probable que obtenga un cuarto fracaso. Este desenlace precipitará su reemplazo por otro miembro del partido 'torie', posiblemente el euroescéptico Boris Johnson.
Asimismo, varios medios británicos se hacen eco de que el Gobierno de May se prepara para una nueva ronda de dimisiones si la mandataria les exige que respalden concesiones al partido laborista para cumplir con las fechas previstas para aprobar su acuerdo.
En medio de este panorama, Wilson insiste en que nos dirigimos hacia una resolución binaria: "O no hay acuerdo o no hay Brexit". "En cualquier caso, los operadores se mantendrán al margen de los activos británicos", señala.
EL DÓLAR AVANZA POR LA GUERRA COMERCIAL
El otro factor que mantiene al cable (libra/dólar) bajo intensa presión es la fortaleza del dólar. El índice que mide su desempeño contra una serie de divisas rivales se ha disparado a un máximo de dos semanas y media esta pasada madrugada. Nuevos flujos de capitales se mueven hacia el billete verde, que pone en juego su papel como activo refugio, espoleados por las tensiones comerciales con China y tras en último episodio de Huawei.
El músculo que exhibe la divisa de EEUU también mantiene al euro subyugado e incapaz de superar la zona de los 1,1150 dólares. La preocupación por el estado de salud de la Eurozona ha vuelto a incrementarse, después de que los recientes datos macro hayan echado un jarro de agua fría sobre la idea de que la recuperación está en marcha. En cambio, el foco de los operadores vuelve a estar en la duración de la ralentización económica de los países del euro, en especial Alemania.
Además, numerosos analistas indican que, en el frente político, Italia ha vuelto a emerger como una fuente de desasosiego y volatilidad, mientras la atención de los inversores vira hacia las elecciones al Parlamento Europeo de al semana próxima.